MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, ha reclamado este lunes al gobierno central que dé marcha atrás en sus medidas adoptadas tras el referéndum de independencia celebrado el 25 de septiembre, recordando que la región semiautónoma ya aceptó el fallo del Tribunal Supremo que prohíbe la secesión.
"Ya lo hemos dicho. Respetamos la decisión del Tribunal Supremo", ha dicho, subrayando que "ésta estipula 'cancelar las consecuencias posteriores al referéndum'".
"Me pregunto, ¿qué ha pasado después del referéndum? ¿Qué pasa con las cosas que hizo (el gobierno central de) Irak?", se ha preguntado, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
En este sentido, Barzani ha recalcado que Bagdad "hizo lo que pudo", agregando que "las consecuencias tienen que ser canceladas por la decisión del Tribunal Supremo". "Estas cosas deben ser anuladas", ha reiterado.
La región semiautónoma ha pedido un diálogo sin condiciones y basado en la Constitución, si bien Bagdad ha reclamado a Erbil que cumpla varias condiciones previas, entre ellas la entrega del control de los pasos fronterizos y las exportaciones petroleras.
"La situación actual, en la que (Bagdad) dice 'entregad las fronteras, entregad el petróleo, haced esto y lo otro, y luego empezamos a negociar', no tiene sentido", ha lamentado Barzani.
"Primero debemos hablar", ha subrayado, señalando además que "la situación actual, en la que ambas partes hablan entre sí a través de los medios, no ayuda a mejorar el asunto".
Las declaraciones de Barzani se enmarcan en las tensiones entre ambas partes derivadas del referéndum de independencia en el Kurdistán iraquí --que se saldó con una victoria del 'sí' por más del 90 por ciento--.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.
El 16 de octubre, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga. Las fuerzas federales tomaron ese día el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas.
Los avances militares continuaron, hasta el punto de que las fuerzas kurdas habrían renunciado ya a todas las áreas donde habían ganado influencia en estos últimos años, en el marco de su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico.
El territorio que controlaban hasta ahora los peshmerga queda oficialmente fuera de los límites del Gobierno Regional del Kurdistán, aunque se trata de zonas en disputa cuyo futuro sigue sin resolverse, a pesar de que teóricamente la Constitución establece un plan para que decidan si quieren inclinarse por Erbil o por Bagdad.
La región del Kurdistán iraquí, en el norte del país, es autónoma e independiente 'de facto' desde la guerra de Irak de 1991 y cuenta con su propio ejército, los peshmerga. Es una de las cuatro regiones históricas del Kurdistán junto con la región kurdo-siria (Rojava), el sureste de Turquía y el noroeste de Irán.