MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una de las figuras políticas más relevantes de la Administración Autónoma del Noreste de Siria, Salí Muslim Mohamed, ha afirmado que la muerte en Irak del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo de Estados Unidos podría mejorar la predisposición del presidente sirio, Bashar al Assad, a negociar con las autoridades kurdas.
Muslim Mohamed, excopresidente del Partido de la Unión Democrática (PYD), no cree que la región del noreste de Siria vaya a convertirse en un escenario de enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos, principalmente debido a la reciente retirada de las fuerzas estadounidenses de la zona, aunque ha recordado que en Siria combaten la Brigada Fatemiyún y la Brigada Zainabiyún bajo la dirección de Irán e integradas respectivamente por chiíes afganos y paquistaníes.
"Soleimani era la mano secreta de Irán en Siria. Muchas organizaciones funcionaban bajo su mando. Era uno de los apoyos más firmes del Gobierno sirio. Su muerte tiene consecuencias negativas para Damasco", ha afirmado Muslim Mohamed en una entrevista con la televisión kurdo-iraquí Rudaw.
En esta posición de fuerza, "Damasco rechazó el diálogo con la administración autónoma de Rojava (Kurdistán sirio) porque tenía el apoyo de Irán. Creo que la muerte de Soleimani debilitará al régimen sirio en cierto modo. Puede que renuncien a su inmovilismo sobre Rojava y dialoguen con nosotros", ha argumentado. "Puede que sea bueno para nosotros, pero estamos en Oriente Próximo y las cosas pueden cambiar en cualquier momento", ha advertido.
En cuanto al Kurdistán iraquí, Muslim Mohamed ha reprochado a los dos partidos dominantes en la administración autónoma iraquí de no haber aprovechado las oportunidades para estrechar lazos tras la guerra de 2003 y ha hecho un llamamiento a una "estrategia común de los kurdos".
El pasado mes de octubre Estados Unidos se retiró de la zona del noreste de Siria bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), fuerza armada de la región autónoma de Rojava y ante la amenaza de una ofensiva militar turca, las autoridades kurdo-árabes aceptaron el despliegue del Ejército sirio.
La columna vertebral de las FDS son las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG), fuerza de choque en la ofensiva contra el Estado Islámico. Turquía considera a las YPG una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización armada kurda activa en el sureste de Turquía de mayoría kurda.