Actualizado: jueves, 28 enero 2016 19:18


BEIRUT, 28 Ene. (Reuters/EP) -

El grupo armado kurdo Unidades de Protección Popular (YPG) y sus aliados sirios locales planean un gran ataque para recuperar la frontera siria-turca controlada por los milicianos de Estado Islámico, ha asegurado este jueves una persona cercana a las YPG.

Esta fuente ha confirmado la información de la web de noticias kurda Xeber24 que citaba las declaraciones de un líder de las YPG en las que afirmaba que dentro del plan se incluiría la posibilidad de cruzar el río Éufrates para atacar las ciudades controladas por Estado Islámico de Jarablus y Manbij.

Sin embargo no ha confirmado la fecha en la que se comenzará a desarrollar el plan, pero ha asegurado que el día 29 no sería el día elegido.

Esta estrategia arrebataría a Estado Islámico una de sus rutas logísticas más importantes que ha utilizado para facilitar la entrada de suministros y combatientes del extranjero a Siria. Sin embargo este plan no contaría con la aprobación de Turquía, ya que el país está luchando por contener a los propios insurgentes por considerarles un enemigo.

Después de un año de victorias militares gracias a la ayuda de los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos, los kurdos y sus aliados siguen controlando el noreste de la frontera turca desde Irak hasta las orillas del río Éufrates. Otros grupos insurgentes sirios controlan la frontera más oriental, dejando solamente unos 100 kilómetros bajo el control de Estado Islámico, desde la ciudad de Jarablus hasta Azaz.

Las YPG han sido el socio más importante de la campaña liderada por Estados Unidos contra Estado Islámico, y suponen el mayor integrante de la alianza de las Fuerzas Democráticas Sirias.

LAS CONVERSACIONES DE PAZ EN SIRIA

El partido político afiliado con las YPG, el Partido de la Unión Democrática (PYD), ha sido excluido de las conversaciones de paz en Siria que tendrán lugar el viernes en Ginebra. El PYD y sus aliados han asegurado que su exclusión debilitará el proceso y ha culpado a Turquía de haber influido en esta decisión.

Ankara teme que el aumento de la expansión de las YPG haga aumentar el sentimiento separatista entre su minoría kurda. También considera que los sirios kurdos del PYD forman un grupo terrorista debido a su afiliación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Estados Unidos y Turquía han diseñando durante meses un plan conjunto para expulsar a los milicianos de Estado Islámico de la frontera. Por su parte, el Ejército sirio y la milicia aliada, apoyada por los ataques aéreos rusos, se están acercando poco a poco a la ciudad controlada por Estado Islámico de Al Bab, a unos 50 kilómetros de suroeste de Manbij, en una zona próxima a Alepo.

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