MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Jared Kushner, yerno y asesor para Oriente Próximo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido que su propuesta de paz para la región se aparta de la tradicional iniciativa de paz árabe que contempla la creación de un estado palestino en convivencia con Israel.
Kushner ha realizado estos comentarios en los extractos de una entrevista a la cadena panárabe Al Yazira, que será publicada el martes en su totalidad, con motivo del inicio de la conferencia que tendrá lugar en Manama (Bahréin) para presentar el puntal de su plan de paz: la creación de un "fondo global" de 50.000 millones de dólares -- a costear por los estados árabes -- para fondos de reconstrucción y protección de los refugiados palestinos.
El hecho de que este plan no aborde la realidad política del conflicto israelopalestino ha provocado la animadversión de los palestinos, que no acudirán a la conferencia, y de incluso los propios israelíes, que consideran irrelevante cualquier proyecto en la región mientras su enemigo declarado, el movimiento islamista Hamás, siga al frente de la Franja de Gaza.
"Creo que todos vamos a tener que entender que si alguna vez se logra un acuerdo, no va a seguir las líneas de la iniciativa de paz que han planteado los estados árabes", ha explicado Kushner a Al Yazira. "Yo diría que tendremos que movernos entre esta iniciativa y la posición israelí", ha manifestado.
Concretamente y sobre la existencia de un posible estado palestino, Kushner ha llegado a asegurar que "ha sido un gran esfuerzo pero de haber ocurrido un acuerdo en esas líneas, habría ocurrido hace mucho tiempo".
A pesar de las reticencias a su plan y el boicot palestino Kushner ha expresado su confianza en que la conferencia de Manama arrojará un resultado positivo. "Hemos trabajado con mucho cuidado a la hora de ofrecer una propuesta detallada, y creo que podemos conseguir progresos en un conflicto que lleva mucho tiempo atascado. Esperamos que podamos hacerlo pronto", ha añadido.
Sin embargo, Kushner ha defendido la política de su suegro incluso en decisiones tan polémicas como la ejecución del traslado de la Embajada de EEUU a Jerusalén, una decisión por la que Washington reconoce explícitamente a la ciudad como capital de Israel, algo que los palestinos consideran intolerable.
"Israel es una nación soberana, y como nación soberana tiene derecho a determinar dónde está su capital, y América tiene el derecho a reconocer esa decisión y es lo que hicimos. No creo que eso afecte a las negociaciones", ha considerado.