BRUSELAS, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha avisado este martes de que Rusia tomará "acciones de represalia" si el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, no resuelve la disputa que mantienen por la propiedad diplomática rusa confiscadas por la Administración de Barack Obama.
"Todavía esperamos que Estados Unidos, como defensor del Estado de Derecho, respete sus obligaciones internacionales y, si este no es el caso y Washington decide no resolver esta cuestión, tendremos que tomar medidas de represalia", ha avisado el jefe de la diplomacia rusa.
"La reciprocidad es la norma de las relaciones internacionales", ha ironizado Lavrov, en rueda de prensa conjunta con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, al ser preguntado por esta cuestión.
Lavrov ha rechazado avanzar si Moscú se prepara para expulsar a diplomáticos estadounidenses como medida de represalia y cuándo podría ocurrir y se ha limitado a dejar claro que Moscú sigue "de cerca esta situación". "Estamos estudiando la situación", ha zanjado.
Rusia podría expulsar al menos a 30 diplomáticos estadounidenses en el país y confiscar propiedad pública estadounidense en el país en respuesta a la expulsión de 35 diplomáticos rusos por parte de Estados Unidos y la confiscación de propiedad diplomática rusa en Maryland por las interferencias en las elecciones presidenciales en 2016, según informó el diario ruso 'Izvestiya' a partir de una fuente oficial del Kremlin.
Según el diario ruso, Moscú podría tomar el paso después de que Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, no lograron ningún resultado en su primer encuentro en los márgenes de la cumbre del G20 en Hamburgo para relajar las sanciones a Rusia.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, aseguró en junio que Estados Unidos y Rusia discutirían los términos para devolver las dos sedes diplomáticas rusas confiscadas en Washington y Nueva York en diciembre de 2016 por la Administración de Barack Obama dentro de un paquete de sanciones por la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales.