MOSCÚ 26 Ago. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha advertido este lunes de que su Gobierno no entrará en ningún conflicto militar en Siria, al tiempo que ha dejado claro que una operación militar no pondrá fin a la guerra civil que sufre el país.
"No tenemos planes de ir a la guerra con nadie", ha asegurado Lavrov, al ser preguntado en rueda de prensa sobre lo que haría Rusia si los países occidentales atacaran bases militares en Siria.
Según recoge la agencia de noticias oficial RIA Novosti, el jefe de la diplomacia rusa ha acusado a las potencias occidentales de haber proclamado que el régimen que preside Bashar al Assad ha cruzado las "líneas rojas" con el ataque con armas químicas perpetrado el pasado 21 de agosto en Damasco, a pesar de no haber podido implicar a las autoridades sirias en esos hechos.
"Washington, Londres y Paris dicen tener pruebas irrefutables de la implicación de las autoridades sirias (en el ataque químico) pero no pueden mostrar esas pruebas. Por lo que sabemos, cada vez se proclama con más fuerza que las líneas rojas han sido sobrepasadas y que no podemos esperar", ha afirmado, en una rueda de prensa convocada de urgencia en Moscú.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso ha hecho hincapié en que, con el pretexto del uso de las armas químicas, se han concentrado medios militares en Oriente Próximo para una operación en Siria. "Cualquier información sobre el empleo de armas químicas en Siria debe ser investigada en profundidad y con profesionalidad y los resultados deben ser presentados al Consejo de Seguridad", ha indicado.
El jefe de la diplomacia rusa ha dicho que la "histeria" por el ataque con armas químicas en Siria está socavando los intentos de lograr una salida política al conflicto que enfrenta desde mediados de marzo de 2011 a las fuerzas del régimen de Bashar al Assad y los rebeldes.