Lavrov describe a Birmania como un "socio amistoso" y destaca las "décadas de cooperación y apoyo"

MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha descrito este miércoles a Birmania como un "socio amistoso" tras su llegada a Naipyidó para mantener reuniones con altos cargos de la junta militar instaurada tras el golpe de Estado de febrero de 2021.

Lavrov ha destacado que Birmania es "un socio amable, amistoso y de larga data en la región de Asia-Pacífico", antes de agregar que Moscú y Naipyidó "están conectados por décadas de cooperación, amistad y apoyo", según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.

En respuesta, su homólogo birmano, Wunna Maun Lwin, ha hecho hincapié en que la visita del ministro ruso "es muy importante". "Su visita es una confirmación de que Rusia y Birmania mantienen teniendo contacto estrecho. Estamos muy agradecidos a Rusia por su apoyo", ha valorado.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, indicó el martes que ambos ministros "discutirán sobre el estado actual y las perspectivas de las relaciones entre Rusia y Birmania, lo que incluye el diálogo político, la cooperación económica y comercial, la interacción en materia de defensa y seguridad, así como los contactos humanitarios", así como otros asuntos de carácter regional y global.

Posteriormente, Lavrov se desplazará a Camboya para participar en el encuentro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde los países miembros tienen previsto abordar la crisis birmana. Además, asistirá a la Cumbre de Asia Oriental y a un foro de seguridad regional. Paralelamente a estos eventos, el ministro ruso sostendrá varias reuniones bilaterales con sus homólogos de diversos países.

La visita de Lavrov llega poco después de que la junta prorrogara seis meses el estado de emergencia, hasta febrero de 2023, y menos de una semana después de que fueran ejecutados cuatro activistas --entre ellos un exparlamentario--, en las primeras penas de muerte materializadas en las tres últimas décadas. Desde el golpe de Estado han muerto más de 2.100 civiles y se han alzado en armas varios grupos armados de carácter étnico o contrario a la dictadura.