Actualizado: viernes, 30 octubre 2015 20:29

VIENA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha asegurado este viernes tras las discusiones en Viena para tratar de avanzar en un proceso de transición en Siria que todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre el futuro o destino del presidente sirio, Bashar al Assad, mientras que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha defendido que el envío de fuerzas especiales del país a Siria contribuirá a ayudar al proceso de transición.

"No tenemos un acuerdo sobre el destino de Al Assad. Rusia cree que compete al pueblo sirio decidir en el marco del proceso político", ha explicado el jefe de la diplomacia rusa en rueda de prensa conjunta con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

Lavrov ha querido dejar claro que Rusia ni pide que el mandatario sirio se quede ni que se vaya, algo que ha insistido debe decidir el pueblo sirio. "No he dicho que Al Assad tiene que marcharse o que Al Assad se tiene que quedar. He dicho que el destino de Al Assad debe decidirlo el pueblo sirio, así como los demás aspectos del desarrollo del Estado sirio", ha puntualizado.

Occidente ha abierto la puerta a aceptar que Al Assad participe en el inicio de un proceso de transición en Siria pero rechaza que pueda formar parte de un futuro Gobierno en el país ni se presente a las elecciones, mientras que Moscú insiste en que esto lo debe decidir el pueblo sirio.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha defendido que la decisión de Estados Unidos de enviar un limitado número de fuerzas especiales a Siria contribuirá a la lucha contra el Estado Islámico y a garantizar que hay "una alternativa" a la dicotomía "entre Al Assad o terrorismo".

"Hay demasiadas personas a las que se le ha hecho creer que la elección para garantizar su vida en Siria que tienen es entre Al Assad o el terrorismo y esto lleva a la gente a AL Assad o fuera del país", ha asegurado el norteamericano, que ha defendido el envío de fuerzas terrestres estadounidenses a Siria en el marco del "esfuerzo para poner fin a este reino de tiranía que está perpetrando DAESH" y para que "la gente vea que hay una alternativa, que es este proceso político".

"Creemos que esto ayudará al proceso", ha insistido, preguntado si cree que el envío de fuerzas especiales de EEUU a Siria forzará al mandatario sirio a colaborar en el proceso.

Lavrov ha insistido en el objetivo de poner fin a la violencia en Siria. "E impedir a terroristas que lleguen al poder en el país", ha recalcado. "Tenemos un enemigo común y tenemos que garantizar que no llega al poder ni en Siria ni en ningún otro país", ha remachado, en alusión al Estados Islámico, aunque ha afeado que hasta la fecha Rusia y Estados Unidos solo han llegado a un acuerdo sobre "un mecanismo de coordinación" para evitar incidentes entre sus aviones de combate respectivos pero "se puede hacer mucho más" para cooperar más contra el terrorismo, tal y como plantea Moscú. "La creación de una lista de organizaciones terroristas también ayudaría en esto", ha asegurado.

GUERRA SUBSIDIARIA

Preguntado si el envío de fuerzas estadounidenses a Siria refuerza la división sobre el terreno por la percepción de una guerra subsidiaria en la que Estados Unidos respalda a la oposición siria y Rusia al régimen de Damasco, Lavrov ha descartado que ninguna de las partes busque una guerra de agentes. "Creo que ni EEUU ni Rusia quieren volver a la llamada guerra subsidiaria", ha asegurado el jefe de la diplomacia rusa.

Kerry ha denunciado el "trauma humanitario" que ha provocado la guerra en Siria y las "atrocidades cometidas y que están siendo cometidas por los extremos en ambas partes". "El desafío no es otro que el de dibujar un camino para salir del infierno. Y esto no va a ocurrir de la noche a la mañana. Pero estoy convencido que los pasos que hemos acodado hoy, si se cumplen si se traba en ellos de buena fe nos puede empezar a hacer avanzar en la buena dirección", ha explicado el jefe de la diplomacia estadounidense.

El ministro de Exteriores ruso ha incidido en la importancia de que en la declaración final se recoja que es el pueblo sirio es que "debe decidir el futuro de su país" y ha celebrado "el formato" de la reunión, al contar con los países que deben ayudar a facilitar el proceso de transición, que incluye a Irán, precisando que volverá a haber una nueva reunión, como muy tarde en un plazo de dos semanas.

Aunque ha dejado claro que hay "desacuerdos", Lavrov ha considerado que los "principios" acordados en Viena en la declaración conjunta suponen "la base para un trabajo serio, que será difícil". "Hará posible crear confianza, especialmente entre los países de la región", ha confiado.

LA ONU, SATISFECHA: "NADIE ABANDONÓ LA SALA"

"Nadie abandonó la sala. Nadie estuvo en desacuerdo fundamental sobre las cuestiones más importantes. Hay áreas obviamente que no han estado cubiertas por el acuerdo", ha explicado el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que ha destacado las "discusiones constructivas" y el hecho de que hubo "bastante convergencia" en "resultados concretos" tras siete horas de negociaciones.

Entre ellas, ha nombrado el apoyo a un proceso político "inclusivo" en Siria "que lleve a una nueva Constitución y que lleve a unas nuevas elecciones, bajo supervisión de la ONU según los criterios internacionales más estricto y un acuerdo sobre que, al final del día, el terrorismo es la prioridad, pero solo se puede ganar y derrotar si hay un proceso político en paralelo", así como el apoyo al alto el fuego y la ayuda humanitaria sobre el terreno.

"Claro el trabajo empieza ahora", ha subrayado, admitiendo que será "duro" pero "todo el mundo va en serio sobre querer acabar este conflicto".

De Mistura ha recordado que era impensable una reunión de este tipo hace escaso tiempo en el que participaran Irán, Arabia Saudí, Rusia y Estados Unidos, entre "otros muchos implicados en este conflicto de una forma u otro" se sentaran en torno a la misma mesa y ha confirmado que habrá una nueva reunión del grupo de contacto especial para la paz en Siria "en menos de dos semanas".

Estados Unidos y Rusia han organizado dos jornadas de reuniones en la capital austriaca a las que han asistido Irán --invitado por primera vez a este tipo de actos--, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán, Irak, Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, China, la UE y la ONU.

"Creo que tenemos algo de terreno común sobre el que podemos construir el futuro. De modo que hay esperanza para que un proceso política bajo el auspicio de la ONU", ha asegurado la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, que la semana pasada admitió públicamente que se trabajaba en un plan de transición en el que Al Assad estuviera "seguro" como "punto de partida", algo que dividido a los Veintiocho y han rechazado expresamente países como Francia y Lituania, aunque la mayoría, incluido Reino Unido, Alemania y España, lo ha terminado aceptando.

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