MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo ruso, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, han expresado este domingo la necesidad de apuntalar y reforzar el alto el fuego en Siria a través de un incremento de las relaciones entre Moscú y Washington.
"Al estudiar la situación en Siria el ministro y el secretario de Estado acentuaron la necesidad de continuar incrementando la interacción ruso-norteamericana para fortalecer el armisticio", explica el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado publicado tras una conversación telefónica entre Kerry y Lavrov.
En este diálogo, "los ministros subrayaron su apoyo a intensificar los esfuerzos en la lucha contra Daesh (Estado Islámico), el Frente Al Nusra y otras organizaciones terroristas y acordaron tomar medidas adicionales para evitar el abastecimiento de estos con militantes y armas a través de la frontera".
El pasado 27 de febrero entró en vigor un alto el fuego en Siria acordado por Estados Unidos y Rusia que no incluye a los grupos declarados terroristas por la ONU, entre ellos el Estado Islámico y el Frente Al Nusra.
Además, Lavrov y Kerry han aplaudido el acuerdo de alto el fuego en Nagorno-Karabaj. "Los jefes de los departamentos de Exteriores celebraron el acuerdo sobre el cese del fuego en la zona del conflicto de Nagorno-Karabaj y acordaron contribuir a la normalización de la situación en la región", informa el Gobierno ruso.
Azerbaiyán y Armenia reanudaron los combates a gran escala en Nagorno-Karabaj el pasado 2 de abril. Armenia responsabilizó de la ofensiva a Azerbaiyán que, a su vez, denunció bombardeos de localidades desde el lado armenio. El 5 de abril las partes anunciaron un cese de las hostilidades.
El Gobierno azerí perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994. Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, cuyos copresidentes son Estados Unidos, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial; mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj, que no es parte de las negociaciones.