MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha negado este jueves la versión de su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, según la cual el presidente venezolano, Nicolás Maduro, estaba decidido a dimitir y el Kremlin le convenció de que no lo hiciera.
El secretario de Estado contó el martes a CNN que Maduro había decidido renunciar después de que el líder opositor Juan Guaidó proclamara el inicio de la 'Operación Libertad' para derrocar al Gobierno asegurando que tenía el apoyo de "un grupo importante" de militares, pero Rusia lo impidió.
"Si recordamos todas las afirmaciones de los representantes de la Administración estadounidense sobre Venezuela, no van a terminar las preguntas sobre ellas, y la respuesta a todas esas preguntas será 'no es verdad'", ha dicho Lavrov en declaraciones a la prensa, interrogado sobre el relato de Pompeo.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ya desmintió al jefe de la diplomacia estadounidense el miércoles, atribuyendo sus palabras a la supuesta "guerra de información" puesta en marcha por la Casa Blanca sobre la crisis venezolana.
El propio Maduro negó la versión norteamericana sobre lo ocurrido el 30 de abril en la comparecencia que ofreció a última hora de ese día. "Por favor, señor Pompeo, ¡qué falta de seriedad!", dijo, tachando de "loco" a su homólogo norteamericano, Donald Trump, y a su "pandilla".
El asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, completó el puzzle revelando que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, y el comandante de la Guardia Presidencial, Iván Rafael Hernández, habían acordado con Guaidó dejar caer a Maduro.
Maduro guardó silencio sobre la revelación de Bolton. Sin embargo, a lo largo de la jornada el ministro de Defensa compareció para ratificar su lealtad y la de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) al líder 'chavista' y apareció junto a él en cadena nacional.
Lavrov y Pompeo hablaron el miércoles en una conversación telefónica en la que intercambiaron acusaciones sobre la injerencia de Estados Unidos y Rusia en los asuntos internos de Venezuela.
El ministro ruso ha admitido este jueves que las posturas de Moscú y Washington son "incompatibles". Pese a ello, "estamos dispuestos a hablar", ha indicado, según informa la agencia de noticias Sputnik.
La crisis política en Venezuela ha vuelto a un punto muerto después de lo que el Gobierno de Maduro considera "una escaramuza golpista" que ha sido derrotada. Guaidó ha pedido a los suyos que mantengan la presión en la calle hasta conseguir el "cese de la usurpación", un gobierno de transición y "elecciones libres".