MOSCÚ, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha pedido al enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, que mantenga el calendario de las conversaciones de paz, fijado en un principio para el 8 de febrero en Ginebra.
"Estamos convencidos de que nuestros amigos de Naciones Unidas deben darse prisa y dejar de posponer la reanudación de las consultas" entre el Gobierno y la oposición en Siria, ha dicho Lavrov desde una conferencia celebrada este miércoles en Abu Dhabi.
De Mistura anunció el martes que ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU que la cita de Ginebra se retrase hasta el 20 de febrero para que el día 6 se celebre en Astaná una nueva reunión con el objetivo de crear el mecanismo tripartito que se encargará de velar por la tregua que rige desde el pasado 30 de diciembre para todo Siria.
Rusia, Turquía e Irán auspiciaron entre el 23 y el 24 de enero en la capital kazaja una conferencia de paz a la que asistieron representantes del Gobierno de Bashar al Assad y la oposición y que concluyó con un acuerdo para crear este mecanismo tripartito.
De Mistura ha esgrimido que, si el proceso promovido por Moscú, Ankara y Teherán tiene éxito y el alto el fuego --del que ya se han apartado algunos grupos rebeldes-- sale fortalecido, "esto ayudará a las consultas sirias" en Ginebra.
La ONU había señalado a la cita del 8 de febrero en Ginebra para reanudar el diálogo de paz entre el Gobierno y la oposición, estancado desde hace un año por la escalada militar en Alepo, pero esos tres países se adelantaron y convocaron la conferencia de Astaná.
A pesar de las tensiones que han surgido ante lo que muchos interpretan como un plan de Rusia, Turquía e Irán para asumir las riendas de la crisis siria y desplazar a la ONU, De Mistura ha recalcado que los procesos de Astaná y Ginebra son complementarios.
APOYO ÁRABE
Por otro lado, Lavrov ha instado a los países árabes a sumarse a la iniciativa lanzada por Rusia en Naciones Unidas para imponer un embargo comercial a los territorios controlados por el Estado Islámico en Siria e Irak, según informa la agencia de noticias Sputnik.
El jefe de la diplomacia rusa ha explicado que esta propuesta se enmarca en las resoluciones del Consejo de Seguridad que urgen a los estados miembro a cortar las vías de financiación de la organización terrorista.