MOSCÚ, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha reconocido que será muy difícil que Rusia y Japón consigan alcanzar un acuerdo definitivo de paz que nunca firmaron tras la Segunda Guerra Mundial, o resolver la disputa territorial asociada en las islas Kuriles.
"No es fácil salvar la distancia que separa a nuestras posiciones. El problema es difícil", lamentó Lavrov durante una rueda de prensa conjunta, acompañado de su homólogo nipón, Fumio Kishida.
El archipiélago, compuesto por 56 islas, está ubicado en la parte más oriental de Rusia, separando el mar de Ojotsk y el océano Pacífico. Al norte limita con la península de Kamchatka, al sur forma parte de la frontera con Japón. Las islas del sur se encuentran solo a un par de decenas de kilómetros de la isla japonesa de Hokkaido.
La antigua Unión Soviética declaró la guerra a Japón el 8 de agosto de 1945. El conflicto soviético-japonés duró menos de un mes. A lo largo de los enfrentamientos, las tropas del Ejército Rojo restablecieron el control ruso sobre Sajalín y las Kuriles, procediendo a crear las infraestructuras administrativas necesarias en el territorio.
El Tratado de San Francisco, que marcó el final de la guerra contra Japón, fue oficialmente firmado el 8 de septiembre de 1951 por las fuerzas aliadas y Japón, pero no por la URSS.
"A pesar de estas dificultades", puntualizó Lavrov, "hemos expresado que ambos estamos preparados para intentar resolver estas cuestiones prácticas y contribuir al desarrollo de la cooperación entre nuestras vecinas relaciones", ha añadido el ministro ruso, en comentarios recogidos por la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.