Rusia traslada a EEUU su "profunda preocupación" por una intervención en Siria

John Kerry junto a Sergei Lavrov
Foto: GARY CAMERON / REUTERS

MOSCÚ, 26 Ago. (Reuters/EP) -

   El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha transmitido a su homólogo estadounidense, John Kerry, su "profunda preocupación" por los continuos anuncios de que las Fuerzas Armadas del país norteamericano están preparadas para intervenir en Siria.

   "El ministro (Lavrov) ha subrayado que los anuncios oficiales de Washington sobre la preparación de sus Fuerzas Armadas para 'intervenir' en el conflicto sirio han sido recibidas por Moscú con profunda preocupación", ha dicho el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

   De esta forma, el Kremlin se ha hecho eco de una conversación telefónica que, al parecer, Lavrov y Kerry mantuvieron el domingo, en el contexto de la oleada de reacciones ante la llegada de los expertos de Naciones Unidas a Siria para investigar el uso de armas químicas.

   Horas antes, el Ministerio de Exteriores de Rusia ha emitido otro comunicado en el que ha advertido de que "cualquier acción militar unilateral que ignore a Naciones Unidas solo desembocará en una escalada de violencia en Siria y afectará aún más a una ya de por sí explosiva situación regional de una forma absolutamente devastadora".  

   Además, ha instado a la comunidad internacional a "no sacar conclusiones precipitadas" sobre la autoría de los ataques químicos al considerar que sería "un trágico error". Así, ha pedido que los expertos de la ONU puedan trabajar "sin interferencias".

   Ayer, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, anunció que el grupo de expertos iniciaría su labor este lunes, después de que el Gobierno de Bashar al Assad aprobara "con efecto inmediato" su entrada a todas las zonas donde supuestamente ha habido ataques químicos.

    En concreto, Ban ordenó al jefe de la misión de la ONU, el sueco Ake Sellstrom, "que se concentre en recabar información sobre el incidente del 21 de agosto", en referencia al supuesto ataque químico contra la localidad de Ghouta que, según Médicos Sin Fronteras (MSF) dejó 335 muertos y 3.200 afectados.

   Desde el pasado mes de marzo, Gobierno y oposición se han acusado mutuamente de llevar a cabo ataques con armas químicas. Ambos habían pedido una investigación de la ONU, pero hasta ahora no se había aprobado porque el régimen de Al Assad quería que las pesquisas dejaran fuera las denuncias de los rebeldes.

   La visto bueno de las autoridades sirias ha llegado finalmente, después de que los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido anunciaran que barajan "todas las opciones" para el caso sirio y de que las Fuerzas Armadas estadounidenses dijeran que están preparadas para ejecutarlas.

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