Lavrov y Zarif abogan por una resolución en Siria "sin injerencias" del exterior

MOSCÚ, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Exteriores de Rusia e Irán, Sergei Lavrov y Mohamad Javad Zarif, han evidenciado este lunes la sintonía de sus gobiernos en lo que a Siria se refiere y han abogado por una resolución del conflicto "sin injerencias" del exterior.

Ambos ministros se han reunido en Moscú y, como ha explicado Lavrov, han hablado de "la situación en Oriente Próximo y el norte de África", con "especial atención" a la guerra que vive Siria desde hace más de cuatro años.

El jefe de la diplomacia rusa ha insistido en que sólo cabe una solución "pacífica" al conflicto y ésta debe llegar "a partir de negociaciones entre las partes sirias, sin injerencias desde el exterior", según informa la agencia de noticias Itar-Tass.

En este sentido, Zarif ha dejado claro que Teherán y Moscú tienen una "posición común" que pasa por que sean los propios sirios quienes "decidan su destino, su futuro". Los Estados extranjeros debería limitarse a "facilitar", según el ministro iraní.

Lavrov incluso ha dejado claro que "Rusia no acepta" condiciones como la salida del poder de Bashar al Assad, algo por lo que sí habrían abogado "varios socios" de Moscú. El Gobierno ruso no ve la continuidad del presidente sirio como un impedimento para firmar la paz.

AGRADECIMIENTO IRANÍ

La buena sintonía entre los dos países también se extiende a otros temas de actualidad como Irak o Yemen, en los que iraníes y rusos mantienen "posturas similares". "Apoyamos el diálogo nacional para resolver los problemas, no guiones impuestos desde fuera", ha zanjado.

Los lazos entre Rusia e Irán quedaron de manifiesto durante las negociaciones de la República Islámica con las potencias internacionales para cerrar un acuerdo en materia nuclear. Zarif ha dado las gracias este lunes personalmente a Lavrov por "desempeñar un importante y positivo papel" en el diálogo.

El pacto final, ha añadido, no hace sino "reforzar la cooperación" entre Moscú y Teherán, dos países que, en palabras de Zarif, tienen que hacer frente a "muchos desafíos y amenazas comunes".