Leopoldo López: Un año preso por amor a Venezuela

CARACAS, 18 Feb. (Lilian Tintori, mujer del líder opositor venezolano, Leopoldo López) -

   Hace un año Leopoldo llamó a la protesta pacífica y democrática en contra de los principales problemas de los venezolanos, problemas que después de un año se han incrementado y han sumido al pueblo en una profunda crisis económica, social y política.

   Leopoldo llamó a la protesta pacífica y democrática con la firme convicción de que debíamos reclamar un mejor porvenir para todos. Llamó a protestar contra un Gobierno al que calificó de corrupto, ineficiente y antidemocrático, responsable de los problemas que día a día agobian a los venezolanos: la inseguridad, las largas colas para comprar alimentos, el alto costo de la vida.

   Hoy, Leopoldo cumple un año de su encarcelamiento injusto en la prisión militar de Ramo Verde. Un año marcado por el aislamiento y la violación constante al debido proceso y a sus derechos fundamentales.

   Hoy estoy más preocupada que nunca por la integridad de mi esposo, temo por su vida. El pasado viernes, 13 de febrero, más de 20 hombres, encapuchados y con armas largas, irrumpieron violentamente en su celda con soplete y esmeriles, y destruyeron todo lo que consiguieron a su paso: rompieron las fotos de nuestros hijos pequeños, Manuela de 5 años y Leopoldo Santiago de 2, destruyeron sus escritos, parte de su defensa y dos libros que estaba escribiendo. Desde entonces está aislado en una celda castigo. No he podido verlo.

   Del año que Leopoldo ha estado injustamente encarcelado, seis meses ha estado aislado, castigado, sin poder ver a su familia, sin poder estar con sus hijos. Ha recibido tratos denigrantes, lo han torturado psicológicamente. Hasta le han lanzado excrementos a su celda para tratar de quebrarlo espiritualmente.

"JUSTICIA INJUSTA"

   Pero no han podido. Leopoldo se mantiene firme. Con sus ideas de cambio más vivas que nunca. Cada aislamiento, cada violación a sus derechos, cada abuso, cada manipulación del proceso judicial, lejos de desanimarlo, lo han fortalecido como persona.

   A pesar de que no he podido verlo desde el pasado jueves, sé que Leopoldo está muy fuerte. Su compromiso con los venezolanos --con el sufrimiento por los problemas económicos y sociales, por la escasez, por el alto costo de la vida, por la inseguridad-- es más fuerte que cualquier tortura, que cualquier atropello, que cualquier arbitrariedad. ¡No podrán doblegarlo!

   Hace un año Leopoldo se presentó ante la justicia injusta con la firme convicción de que, si su encarcelamiento valía para el despertar de un pueblo y para desenmascarar al régimen de Maduro, bien valdría la pena. Hoy, el mundo entero y toda Venezuela saben que Leopoldo es inocente, que es un preso político.

APOYO INTERNACIONAL

   Yo me he dedicado a llevar a todas las instancias internacionales, no sólo el caso de Leopoldo, sino el de cientos de venezolanos que han sido víctimas de los atropellos de Maduro y su élite gobernante. De esos cientos de jóvenes detenidos también por pensar distinto, de esas madres que esperan que se haga justicia. De los caídos en las protestas del 2014, cuyos asesinatos continúan impunes.

   Los organismos más reconocidos del mundo en materia de defensa de los Derechos Humanos se han pronunciado a favor de la liberación inmediata de Leopoldo y en contra de las violaciones a los Derechos Humanos del régimen de Maduro.

   El Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, que decidió que Leopoldo debía ser liberado inmediatamente; el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, que ratificó la resolución del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias; el Comité de Tortura del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, también exigió al Estado venezolano la inmediata liberación de Leopoldo y además reivindicó el derecho a la manifestación pacífica que tenemos todos los venezolanos.

   El Papa Francisco, nos mandó su mensaje de fortaleza; premios Nobel como el ex presidente Óscar Arias, el presidente Barack Obama y Aung San Suu Kyi; además del presidente de España, Mariano Rajoy; el Gobierno de Canadá; el Gobierno de Colombia; el exprimer ministro griego y actual presidente de la Internacional Socialista, George Papandreou; e Irwin Cotler, quien fuera abogado de Nelson Mandela.

   Los ex presidentes Felipe González y José María Aznar (España), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile), Alejandro Toledo (Perú), Andrés Pastrana (Colombia), Luis Alberto La Calle (Uruguay), Felipe Calderón (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Osvaldo Hurtado (Ecuador) y Romano Prodi (Italia), así como el presidente peruano, Ollanta Humala.

   Y organizaciones mundiales como la ONU, Amnistía Internacional, Human Right Watch, Human Right Foundation, Forum 2000, Solidaridad Democrática, la Federación Latinoamericana de Alcaldes y Foro Iberoamérica, entre otros.

   Todos sabemos que si Leopoldo no fuera inocente, ninguno de estos organismos ni estas personalidades hubieran abogado por su libertad.

"UN AÑO DURO"

   Este año ha sido duro para todos los venezolanos, un año plagado de injusticia, de atropellos, de arbitrariedades por parte de un Gobierno que lo único que le interesa es mantenerse en el poder.

   Como esposa de un preso político, como venezolana, pero sobre todo como madre de dos hijos que le ha tocado, de la noche a la mañana, estar frente a un hogar sola, ha sido muy duro.

   Ha sido duro escuchar a mi hija Manuela preguntarle a su padre si va a morir en la cárcel, o ver cómo mis hijos se quedan colgados de las rejas cuando las autoridades deciden suspender la visita. Pero nos hemos fortalecido como familia.

   Ninguna situación por muy dura que sea, excede la voluntad de cambiar esta realidad, porque como millones de venezolanos, yo también comparto el sueño de Leopoldo: una Venezuela donde todos los derechos sean para todas las personas.

   Entendí el reto y asumí la responsabilidad. Seguiremos con fuerza y fe llevando a todas las instancias del mundo cada arbitrariedad, cada atropello. Como dice Leopoldo, el cambio está en cada uno de nosotros, en cada venezolano que se levanta con la convicción de querer contribuir con una Venezuela de paz, bienestar y progreso.