CARACAS, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El líder opositor venezolano Leopoldo López ha revelado este lunes que en su encuentro con el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero le indicó que "el diálogo no puede ser para perder tiempo" y frustrar el referéndum revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro.
A través de su cuenta oficial en Twitter, el jefe de Voluntad Popular ha contado que, durante la reunión que mantuvieron el fin de semana en la prisión militar de Ramo Verde, hablaron de "las posibles rutas para lograr una solución a la profunda crisis" en la nación caribeña.
Ambos coincidieron en que el diálogo es una de ellas, pero López subrayó al ex mandatario socialista "la importancia de que el diálogo no puede ser para ganar tiempo, porque el pueblo de Venezuela ya no tiene tiempo".
López recalcó a Zapatero que "ninguna conversación o diálogo puede estar por encima del interés mayor: lograr el cambio constitucional". "El cambio constitucional por el que tanto hemos luchado no puede ser intercambiado por nada. El pueblo quiere revocatorio 2016", ha incidido.
Además, ha insistido en que debe haber "condiciones claras" para el diálogo. La oposición ha reclamado la celebración del referéndum revocatorio y la liberación de los presos políticos como pasos previos a una eventual negociación con el Gobierno.
También le expresó su "preocupación por todo lo que está pasando el país, por la profunda crisis humanitaria y la necesidad de abrir el canal humanitario". "Reafirmé la importancia de liberar a todos los presos políticos", ha dicho.
ÚNICA VISITA INTERNACIONAL
López ha aprovechado para expresar su agradecimiento por "el interés y el gesto de Zapatero", aunque ha recordado que, de todos los ex presidentes que han intentado visitarle en estos dos años, "ha sido el único autorizado por el Gobierno".
"El Gobierno debe autorizar la visita de la Conferencia Episcopal, de la Unidad y de todos los ex presidentes que lo han solicitado", ha reclamado López en este sentido.
Zapatero ha logrado entrevistarse con López --con la presencia del alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez--, algo que le ha sido denegado a los ex presidentes Sebastián Piñera (Chile), Andrés Pastrana (Colombia) y Jorge Quiroga (Bolivia).
El español lidera el trío de ex presidentes --del que forman parte el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández-- que media entre el Gobierno y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para buscar una salida pacífica a la crisis política, económica y social en Venezuela.
REVOCATORIO
La MUD --coalición opositora-- ha puesto en marcha una 'hoja de ruta' para echar a Maduro del Palacio de Miraflores antes de que expire oficialmente su mandato, en 2019. El primer paso es un referéndum revocatorio.
La oposición está a la espera de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) valide los casi dos millones de rúbricas que entregó para activar este mecanismo constitucional frente a las 200.000 que realmente necesitaba.
Superado este primer obstáculo, la MUD deberá recabar las firmas favorables y las huellas dactilares del 20 por ciento de los votantes registrados, es decir, unos cuatro millones de venezolanos, en el plazo máximo de tres días.
Las autoridades electorales tienen entonces 15 días para autenticar los apoyos o rechazarlos, como ya hicieron en 2004 con el refrendo revocatorio que se planteó entonces contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
Si el CNE da su 'placet', debe convocar el refrendo revocatorio en los 90 días siguientes. Para que el mandato presidencial llegue a su fin deben votar a favor un número igual o superior de electores a los que apoyaron la elección, en el caso de Maduro 7,5 millones, con una participación mínima del 25 por ciento, unos 4,8 millones.
Los plazos deben cumplirse escrupulosamente porque, si la convocatoria de la consulta popular supera el 10 de enero de 2017, aunque los venezolanos ordenen la expulsión de Maduro, no habrá nuevas elecciones, sino que el vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, gobernará hasta 2019.
La MUD ha lanzado una campaña de protestas para aumentar la presión sobre el CNE y evitar que la votación llegue al próximo año. "Marcharemos todos los días si es necesario para que el CNE inicie el proceso", ha dicho este viernes el gobernador de Miranda, Henrique Capriles.