MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Letonia ha impuesto este jueves un confinamiento de un mes, después de anotar un récord de contagios diarios de COVID-19, cerca de 3.000, en un contexto de desinterés generalizado de la población por vacunarse contra la enfermedad.
"Vamos a entrar en un régimen estricto durante cuatro semanas", ha trasladado el primer ministro letón, Krisjanis Karins, que ha justificado la imposición del confinamiento aduciendo que la medida pretende "romper las cadenas" de infección y reducir la presión del sistema sanitario. Del mismo modo, ha advertido de que el plan de vacunación contra la COVID-19 en Letonia tiene que acelerarse.
El confinamiento en Letonia, que estará en vigor hasta el 15 de noviembre, implica una serie de restricciones y un toque de queda nocturno. Así, únicamente las tiendas que venden productos esenciales podrán permanecer abiertas, mientras que las empresas de cátering sólo podrán vender comida para llevar o comer en la calle.
Según la información recogida por la agencia de noticias DPA, los eventos y las reuniones sociales están prohibidas y nadie podrá salir de su domicilio sin una razón válida desde las 20.00 horas (hora local) hasta las 5.00. La mayoría de los empleados tendrán que teletrabajar, mientras que los estudiantes asistirán a clase de forma 'online'.
Letonia tiene actualmente la tasa de infección por COVID-19 más alta de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), recogidos por la prensa letona. En concreto, la incidencia se sitúa en 1.256 casos por cada 100.000 habitantes.
Sólo algo más de la mitad de la población letona tiene la pauta completa de vacunación contra la COVID-19. El Gobierno lleva meses intentando levantar los números, con poco éxito.