CAMPOS DO JORDÃO (BRASIL), 29 (Reuters/EP)
El ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, ha dicho este sábado que ahora está a favor de reinstaurar un impuesto a las transacciones financieras para lidiar con los problemas fiscales de Brasil en medio de una economía en contracción, y ha advertido de que sin éste el país podría enfrentar una crisis similar a la de Grecia.
"Nadie puede estar de acuerdo con que un mayor gasto sin más impuestos es viable", ha dicho Levy en una conferencia sobre mercados financieros. "Si ustedes quieren convertirse en Grecia y decir no a ningún tipo de impuestos, eso tendrá consecuencias", ha agregado.
El Gobierno brasileño planea enviar al Congreso un proyecto de ley que volvería a poner en vigor un impuesto conocido como CPMF, un tributo de un 0,38 por ciento sobre las transacciones financieras, para recaudar cerca de 68.000 millones de reales (18.990 millones de dólares) al año y cerrar un creciente déficit fiscal.
Levy había dicho en junio que no estaba planeando reintroducir el CPMF, un impuesto impopular que fue suprimido por el Congreso en el 2007. Sin embargo, la economía se contrajo un 1,9 por ciento en el segundo trimestre. Muchos economistas creen que Brasil no verá señales de recuperación hasta bien avanzado el 2016.
Un funcionario de alto rango del Gobierno dijo el pasado viernes a Reuters que Brasil no cumpliría con su meta de ahorro fiscal para el 2016 a menos que el Congreso apruebe la reinstauración del CPMF, y reconoció que Brasil ya enfrenta problemas para cumplir la meta fiscal de este año.
Líderes opositores e incluso miembros del principal aliado del partido de la presidenta Dilma Rousseff en el Congreso, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), han dicho que se oponen a volver a poner en vigor el CPMF y que rechazarán la propuesta del Gobierno de aplicar el impuesto nuevamente.
Levy ha dicho este sábado que Brasil debe hacer frente a la realidad de su situación fiscal deteriorada y, posteriormente, crear las bases para volver a crecer y así evitar convertirse en la próxima Grecia.
El ministro ha rechazado las opiniones de que la campaña de austeridad que lidera ha llevado a Brasil a una recesión, que --según añade-- es resultado de "la incertidumbre que prima entre los inversores y empresas".
Levy ha indicado que no cree que la recesión dure dos años, y que algunas industrias están mostrando señales de recuperación, por lo que será posible ver cambios antes de fin de año.
Por último, el ministro ha instado a los emprendedores brasileños a no quedarse inactivos esperando a ver si el país pierde su nota de grado de inversión. "Todos están jugando al bingo con el grado de inversión, eso no puede ser", ha sentenciado Levy.