BEIRUT, 19 Ago. (Reuters/EP) -
El Ejército de Líbano ha aclarado que no coopera con el partido-milicia Hezbolá ni con el régimen de Bashar al Assad en el operativo que ha puesto en marcha este sábado para alejar de la frontera con Siria a los terroristas del Estado Islámico.
"Cada parte está trabajando de forma independiente", habían aclarado las fuerzas libanesas horas antes, con el inicio de la ofensiva militar que, según han subrayado, no cesará hasta que recuperen el control de todo el territorio limítrofe.
Los militares libaneses, que harán uso de fuego de artillería, cohetes y helicópteros, tienen como objetivo las posiciones de los terroristas en la localidad de Ras Baalbek, la mayor área bajo el control de los insurgentes en la frontera entre ambos países.
Al mismo tiempo, Hezbolá y las fuerzas leales a Al Assad, que luchan juntos en la guerra siria, han anunciado un operativo conjunto, que se centrará en la región de Qalamoun, en el oeste de Siria, justo al otro lado de la frontera, con la misma finalidad.
La realización de una operación coordinada entre las tropas libanesas y el régimen sirio y sus aliados sería controvertida a nivel interno. Además, podría poner en peligro la ayuda militar que recibe Líbano por parte de Estados Unidos, que considera a Hezbolá un grupo terrorista.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló el pasado mes de julio durante una reunión con el primer ministro libanés, Saad al Hariri, que Hezbolá supone una "amenaza" para Líbano y para el conjunto de la región.