MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bou Habib, ha pedido este miércoles a Naciones Unidas que ejerza "máxima presión" sobre Israel para "parar esta escalada" tras el reciente ataque coordinado contra miles de dispositivos buscapersona del partido-milicia libanés Hezbolá, atribuido a Israel.
Durante una reunión con la coordinadora especial de Naciones Unidas en el país árabe, Jeanine Hennis-Plasschaert, el ministro ha subrayado que este "ataque israelí sin precedentes" representa "un ataque flagrante a la soberanía y la seguridad de Líbano".
Asimismo, ha aseverado que es una "clara violación de todas las convenciones y normas internacionales". El ataque, que amenaza con expandir el conflicto y hundir a la región "en un mayor ciclo de violencia", se produce "en medio de las amenazas israelíes de ampliar el frente de guerra en Líbano".
Por todo ello, Bou Habib ha pedido a la ONU que ejerza "máxima presión a Israel" para que "ponga fin a sus ataques en Líbano e implemente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", según ha recogido la agencia de noticias NNA.
Hennis-Plasschaert deploró en la víspera el ataque y recordó a las partes que, "de conformidad con el Derecho Humanitario", "los civiles no son un objetivo y deben ser protegidos en todo momento". "Incluso una sola víctima ya es demasiado", señaló en un comunicado.
"Los acontecimientos de hoy marcan una escalada extremadamente preocupante en un contexto que ya es volátil (...) Hennis-Plasschaert insta a todos los actores involucrados a abstenerse de cualquier otra acción o retórica belicosa que pueda desencadenar una conflagración más amplia", agregó.
El Gobierno de Líbano ha elevado este miércoles a doce los muertos, entre ellos dos niños y dos trabajadores sanitarios, a causa de la explosión de estos dispositivos. El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, ha detallado que la cifra de heridos se sitúa entre 2.750 y 2.800, entre ellos 300 en estado grave.
Si bien las explosiones habían sido atribuidas en un principio a un ataque informático, funcionarios estadounidenses han confirmado al diario 'The New York Times' que la Inteligencia israelí había logrado ocultar material explosivo dentro de un nuevo lote de unos 3.000 'buscas' importados a Líbano.
A estos aparatos se les introdujo material explosivo de entre 30 y 60 gramos junto a la batería de cada 'busca' y un sistema que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés, tras lo que Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e incluso Irán.