Uno de sus abogados dice que la pena queda suspendida "tres semanas" tras serle extirpado "un tumor benigno"
La Fundación Narges Mohammadi dice que la medida llega "muy tarde" y "es insuficiente" y reclama su liberación "inmediata"
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi ha sido liberada de prisión por motivos médicos, según ha confirmado este miércoles su abogado, Mostafá Nili, quien ha detallado que el aparato judicial iraní ha suspendido "tres semanas" la aplicación de su condena tras extirpársele un "tumor benigno".
Nili ha detallado en su cuenta en la red social X que la Fiscalía de Teherán suspendió la pena contra Mohammadi a raíz del "dictamen" de un médico. "Fue puesta en libertad", ha señalado, antes de agregar que el motivo es "la extirpación de un tumor y un injerto óseo hace 21 días".
Así, ha recalcado que "afortunadamente, el tumor extirpado era benigno", si bien ha destacado que la activista "deberá someterse a pruebas cada tres meses", sin que las autoridades iraníes se hayan pronunciado por el momento sobre la excarcelación de la Premio Nobel de la Paz.
Poco después, la Fundación Narges Mohammadi ha afirmado que es una liberación que llega "muy tarde" y que "es insuficiente", antes de criticar que la medida implica además que "tendrá que cumplir otros 21 días de cárcel" para compensar el periodo que se le ha concedido ahora a modo de suspensión.
La organización ha apuntado en un comunicado que la activista ha pasado "semanas" con "dolores insoportables" a pesar del trabajo "incansable" de diversas organizaciones para destacar su situación, al tiempo que ha denunciado el "tratamiento inhumano" que recibe, "incluso después de recibir el Premio Nobel de la Paz".
En este sentido, ha detallado que su salud "se deterioró de forma drástica" durante su periodo en prisión, incluidos "múltiples infartos" en 2022, al tiempo que han reiterado sus críticas a Teherán por los retrasos a la hora de trasladarla a un hospital en octubre para someterse a una angiografía.
"El 3 de noviembre, su abogado anunció que durante una reciente cita médica, los doctores hallaron una lesión ósea en su pierna derecha que podría ser cancerosa", ha explicado, al tiempo que ha afirmado que fue sometida a una cirugía el 14 de noviembre y "trasladada de vuelta a prisión sólo dos días después, contra el consejo del médico y de su equipo legal".
La fundación ha reseñado que durante dicho traslado "no era capaz de anda o sentarse" y ha añadido que las malas condiciones en la prisión "han puesto en peligro su sistema inmunitario". "La carga de su reciente cirugía ha golpeado duramente la salud de Narges Mohammadi", ha lamentado.
"La negativa a que reciba tratamiento médico adecuado y a darle un periodo de recuperación suficiente tras la operación le ha causado escaras y dolor intensificado en la espalda y las piernas", ha explicado, por lo que ha ahondado en que esta suspensión de su encarcelamiento durante 21 días es "inadecuada".
"Tras más de una década encarcelada, Nargues necesita tratamiento médico en un ambiente seguro", ha afirmado, por lo que ha reclamado su liberación "inmediata e incondicional" o "al menos una extensión de esta medida durante tres meses". "Narges nunca debió haber sido encarcelada por su defensa pacífica de los Derechos Humanos y de las mujeres", ha apostillado.
La destacada activista, de 52 años, fue hospitalizada a finales de octubre después de que su familia y su círculo cercano denunciaran que las autoridades llevaban más de dos meses impidiendo que recibiera tratamiento médico pese al deterioro de su estado de salud.
El ingreso tuvo lugar después de que más de 240 activistas firmaran una petición reclamando su hospitalización y denunciando que Teherán buscaba "imponer una 'muerte silenciosa'" a Mohammadi, quien estaba encarcelada en la prisión de Evin, la más importante del país centroasiático.
Mohammadi se ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años de su vida en prisión y ha sido condenada hasta en cinco ocasiones, hasta acumular una pena de 31 años de cárcel, fundamentalmente por su papel en las protestas contra el estricto código de vestimenta en Irán.
A lo largo de toda su vida, la activista, galardonada en 2023 con el Premio Nobel de la Paz, ha fundado asociaciones en defensa de los derechos de las mujeres y escrito libros y artículos para denunciar los abusos a los que son sometidas por las fuerzas de seguridad y las autoridades, en particular en las cárceles del país.