MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Bahréin han liberado este martes al destacado activista Nabil Rayab, condenado a cinco años de cárcel por una serie de mensajes en Twitter criticando los bombardeos saudíes en Yemen y acusando a Manama de tortura en las prisiones del país.
La liberación del activista ha sido anunciada por su abogado, Mohamed al Yishi, y confirmada por la familia, que ha mostrado su alegría por la excarcelación de Rayab, una destacada figura en las protestas a favor de la democracia en 2011.
La familia ha destacado en un comunicado que el activista tiene problemas de salud a causa de los largos periodos de encarcelamiento y ha agregado que su situación era especialmente delicada a causa a la pandemia de coronavirus, según ha informado el portal bahreiní de noticias Bahrain Mirror.
Por su parte, el senador estadounidense Chris Murphy, quien en 2019 visitó a la familia del activista, ha indicado a través de Twitter que Rayab "cumplirá el resto de su sentencia en casa".
El Centro de Bahréin para los Derechos Humanos (BCHR), organización a la que pertenece Rayab, ha aplaudido la liberación del activista y ha publicado posteriormente una fotografía suya junto a sus familiares.
La liberación ha sido aplaudida igualmente por el director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, quien ha destacado que Rayab "fue un destacado crítico que ayudó a liderar las protestas prodemocráticas de 2011" en el país asiático.
LAS CONDENAS CONTRA RAYAB
Rayab fue sentenciado en febrero de 2018 a cinco años de cárcel por una serie de publicaciones en Twitter en las que denunció la existencia de torturas en la prisión de Jau y la ofensiva de la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen.
La condena se sumó a otras dictadas por las autoridades judiciales del país contra él, entre ellas una a dos años de prisión por "difundir noticias falsas y rumores" en varias entrevistas televisivas que concedió entre 2014 y 2016.
Rayab es uno de los activistas más conocidos en el mundo árabe y fue uno de los principales símbolos de las protestas en 2011 a favor la democratización del país, liderada por la mayoría chií y que contó con la participación de sectores liberales de la comunidad suní.
Bahréin, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, reprimió violentamente las protestas prodemocráticas de 2011 e impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de ese año, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.
La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de cien personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.