MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército de Sudán del Sur Paul Malong, quien fue puesto bajo arresto domiciliario en mayo tras su destitución, ha sido liberado este jueves, según ha informado su esposa, Lucy Ayak.
"Mi marido ha sido liberado y se le ha permitido ir a realizarse pruebas médicas en África Oriental", ha dicho, en declaraciones a la emisora estadounidense Voice of America.
Efectivos de las fuerzas de seguridad de Sudán del Sur rodearon la semana pasada la vivienda de Malong en la capital, Yuba, y hace pocos días le comunicaron que debía renunciar a los 30 soldados que tenía como parte de su equipo de seguridad.
Ayak ha hecho responsable de lo ocurrido al presidente del país, Salva Kiir, quien por el momento no se ha pronunciado sobre la liberación de Malong.
Malong estaba en arresto domiciliario desde su destitución, consecuencia de una ola de dimisiones de mandos generales que denunciaban abusos y sesgo étnico dentro de las Fuerzas Armadas.
En un primer momento Malong abandonó Yuba en un convoy con destino a su región natal, Aweil, por lo que se temía una rebelión inminente, aunque finalmente regresó a la capital.
Esta misma semana, el comandante del Ejército sursudanés Chan Garang, aliado de Malong, anunció su deserción junto a 200 soldados, haciendo un llamamiento a la unidad entre las filas de la oposición para expulsar del poder a Kiir.
"La unidad de todas las fuerzas es muy importante. Kiir y sus amigos en el Gobierno se aprovechan de las divisiones entre los líderes (opositores) sursudaneses", dijo, en declaraciones al diario 'Sudan Tribune'.
"Animamos a todos nuestros hermanos a unirse y coordinar sus esfuerzos para que el Gobierno de Kiir y sus amigos esa desmantelado", afirmó, recalcando que, de suceder esto, el presidente "no dormirá" en Yuba.
Asimismo, resaltó que sus fuerzas se preparan ya para lanzar ofensivas militares, sin dar más detalles. "Estamos activos. Hemos capturado varios puestos militares cuando abandonamos Yuba, y seguiremos coordinando nuestras operaciones con otros camaradas para poder llevar los combates a Yuba", manifestó.
El conflicto que estalló en diciembre de 2013 ha dividido el país en un puzzle de feudos, creando la mayor crisis de refugiados de África en dos décadas y generando una limpieza étnica. Una tercera parte de los 12 millones de habitantes ha tenido que abandonar sus hogares y la mitad depende de la ayuda alimentaria.
Tanto Garang como Malong y Kiir pertenecen a la etnia dinka y cualquier división en las filas de este poderoso grupo podría suponer una amenaza para el presidente. Riek Machar, el principal líder rebelde, pertenece a la etnia nuer.
Garang es el primer leal a Malong que se une a los rebeldes. Garang ha dicho que ha desertado por que los aliados de Malong están recibiendo un mal trato, sus hombres no han sido pagados desde hace siete meses y otras tribus están siendo discriminadas.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
A principios de septiembre, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.
En su informe, recalcó que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.