Liberado un importante comandante paramilitar detenido tras el asesinato de varios activistas en Irak

MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Irak han liberado este lunes a un importante comandante de la milicia paramilitar Fuerzas de Movilización Popular (FMP) detenido en mayo en el país por su presunta responsabilidad en el asesinato de varios activistas en el país asiático.

El comandante de las FMP Qasem Muslé ha sido liberado cerca de dos semanas después de su detención tras el asesinato de los activistas Fahim al Taie e Ihab al Uazni en la ciudad de Kerbala, tras lo que ha sido recibido por sus seguidores, según fotografías que circulan en redes sociales.

La detención de Muslé provocó un incremento de las tensiones y llevó a las fuerzas de seguridad a cerrar la 'Zona Verde' de la capital, Bagdad, donde se encuentran la mayoría de las oficinas gubernamentales y las embajadas, debido a las amenazas por parte de miembros y seguidores de las FMP, que exigían su liberación.

Muslé ha visitado además la residencia del líder de las FMP --una coalición de milicias progubernamentales apoyadas por Teherán--, Falí Fayad, sin que por el momento hayan trascendido más detalles. El Gobierno de Irak no se ha pronunciado sobre la liberación, criticada por activistas.

"El aparato judicial ha demostrado hoy que está politizado y es injusto", ha dicho el activista Raed al Daami en declaraciones a la cadena de televisión kurda Rudaw. En este sentido, ha acusado al primer ministro, Mostafá al Kazemi de "manipular los sentimientos de la población".

"Kerbala no se callará, el derramamiento de sangre debe terminar y los asesinos deben rendir cuentas", ha manifestado, un día después de que el jefe del Consejo Judicial Supremo afirmara que las autoridades deben investigar los últimos asesinatos de activistas y manifestantes, achacados en gran medida a las FMP.

Esta coalición de milicias participó en la ofensiva del Ejército contra el grupo yihadista Estado Islámico y fue acusada de abusos y asesinatos de miembros de la comunidad suní del país. Asimismo, se le achaca el asesinato de manifestantes durante las protestas antigubernamentales y ataques contra bases militares con tropas estadounidenses y delegaciones diplomáticas.