MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de cuatro periodistas australianos detenidos en Líbano e imputados por secuestro han iniciado su viaje de vuelta al país tras ser liberados por las autoridades libanesas, según ha informado la cadena Channel 9, para la que trabajan.
La cadena ha indicado que el avión en el que viajaban ha llegado a Dubai, desde donde volarán a Sídney. Los periodistas liberados han expresado su satisfacción con la decisión, que ha llegado por sorpresa durante la jornada.
La periodista Tara Brown, el productor Stephen Rice, el cámara Ben Williamson y el técnico de sonido David Ballment viajaron a Líbano después de que una madre australiana denunciara que el padre de sus hijos les tenía retenidos contra su voluntad en el país.
Los cuatro, así como dos miembros de una agencia privada de recuperación de niños, fueron detenidos e imputados por ocultar información, asociarse para cometer un crimen, secuestro y asalto, después de que la agencia arrebatara a los niños a su abuela en plena calle en Beirut.
Las informaciones preliminares apuntan a que los responsables del incidente fueron miembros de una agencia contratada por la madre, Sally Faulkner, para recuperar a los niños. El suceso fue grabado por una cámara de seguridad.
La propia Faulkner ha sido liberada durante la jornada y ha viajado con los periodistas a Dubai. En declaraciones a Channel 9, Faulkner se ha mostrado "feliz de estar fuera". "Nos trataron bien, no me puedo quejar, pero era la incertidumbre lo que me mantenía despierta por las noches", ha dicho.
Faulkner afirma que envió a los niños a Líbano para que pasaran las vacaciones con su padre, quien se habría negado a enviarles de vuelta a Australia.
El padre, Alí el Amien, argumenta que la familia vivió en el país hasta 2013, cuando Faulkner decidió que no era un sitio seguro y se llevó a vivir a sus hijos a Australia. "Cuando llegó, rompió los pasaportes de los niños", denunció tras el suceso.
El director ejecutivo de Nine Network --a la que pertenece la cadena-- Hugh Marks, ha anunciado que el suceso será revisado "para determinar qué fue mal y por qué los sistemas destinados a proteger a los periodistas fallaron en este caso".
Pese a ello, ha defendido la cobertura de la noticia, sosteniendo que "era de interés público" y asegurando que "lo que le ha pasado a Sally ocurre demasiado a menod y afecta a miles de familias australianas".
Por su parte, una portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio ha expresado su satisfacción con la liberación de Faulkner y los cuatro periodistas, si bien ha dicho que es "prematuro" hacer comentarios al respecto.