QUETTA, 8 Mar. (Reuters/EP) -
El hijo del exgobernador de Punjab, que fue secuestrado hace cuatro años, ha sido liberado este martes, según han asegurado las autoridades del país.
Shahbaz Taseer, de unos 30 años, fue capturado hace más de cuatro años en Lahore, poco después de que su padre, el gobernador Salman Tasser, fuese asesinado en 2011 por hacer un llamamiento para reformar la ley contra la blasfemia.
El Ejército paquistaní ha informado de que Taseer ha sido rescatado por los agentes de Inteligencia en la provincia de Baluchistan, en el suroeste del país. "Shahbaz ha sido recuperado sano y salvo", ha asegurado el inspector de Policía Ahsan Mehboob a Reuters.
Los agentes del Servicio de Inteligencia y las fuerzas antiterroristas encontraron al hombre retenido en un hotel en Kuchlak, a 25 kilómetros de Quetta, la capital de provincia, ha señalado Mehboob. En la redada no hubo ningún arresto, ha añadido.
La pasada semana, el asesino confeso de Salman Taseer, Mumtaz Qadri, guardaespaldas del gobernador, fue ahorcado por el crimen. Su funeral atrajo a cientos de personas que sostienen que Qadri era un héroe por defender el islam.
El pasado lunes, un suicida mató a al menos diez personas cerca de un juzgado. La facción de los talibán paquistaníes Jamaat ur Ahrar ha reivindicado el ataque y ha asegurado que el atentado se cometió como venganza por la ejecución de Qadri. Aunque en un principio se señaló al grupo islamista radical Lashkar e Janghvi como autor del secuestro, las autoridades del país han informado de que Taseer fue capturado por los talibán paquistaníes.
El día de la ejecución de Qadri, otro de los hijos de Taseer, Shehryar, escribió en la red social Twitter: "La ejecución de Mumtaz Qadri es una victoria para #Pakistán. No para la familia #Taseer. La vuelta de mi hermano es la única victoria que mi familia quiere".
Salman Taseer era un político liberal y carismático miembro del Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), que encabeza el Gobierno central de coalición. El gobernador visitó en la cárcel a Asia Bibi, una mujer cristiana a la que un tribunal condenó a muerte el pasado noviembre por blasfemia en un caso que realmente tiene su origen en una disputa ocurrida en un pueblo.