MADRID 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Liberia celebra este martes un referéndum que busca enmendar algunas de las disposiciones de la actual Constitución, principalmente la duración del mandato presidencial, lo que ha generado el llamamiento el boicot de la oposición ante el temor de que dicho cambio dé vía libre al actual mandatario, George Weah, para buscar un tercer mandato.
A pesar de los llamamientos de la oposición a aplazar la consulta, que coincide con las elecciones parciales al Senado, el Tribunal Supremo del país evitó el mes pasado anular el referéndum, pidiendo en cambio que las ocho enmiendas que deben decidirse se publicaran en la Gaceta Oficial y se votaran en papeletas separadas.
Entre las enmiendas propuestas figuran reducir de seis a cinco los años de mandato presidencial y de los diputados, mientras que en el caso de los senadores pasaría de nueva siete años. El cambio ha generado suspicacias en el país a raíz de los últimos sucesos en otros países de la región, como Guinea y Costa de Marfil.
Los presidentes de ambos países, Alpha Condé y Alassane Outtara, han obtenido recientemente su tercer mandato al frente del país tras controvertidas elecciones que la oposición rechaza amparándose en que la Constitución de sus respectivos países de ha modificado mientras estaban en el poder y por tanto su marcador se ha puesto a cero.
En el caso de Weah, el ministro de Presidencia, Nathaniel McGill, aseguró a finales de octubre que el presidente no utilizará el referéndum para buscar un tercer mandato en las urnas en caso de lograr la reelección en las presidenciales de 2024.
El propio mandatario, antiguo futbolista y único africano en ganar hasta ahora el Balón de Oro, sostuvo recientemente que "mantener a alguien en el poder durante mucho tiempo no es la forma de avanzar". Pese a ello, la oposición no se confía y ha llamado a boicotear la consulta.
SUPRESIÓN DE LA PROHIBICIÓN DE DOBLE NACIONALIDAD
Otra de las enmiendas que ha generado polémica en el país es la eliminación de la prohibición de la doble nacionalidad. Desde el Gobierno se esgrime que esto podría alentar el crecimiento y la inversión por parte de los liberianos en la diáspora, que hasta ahora no podían compaginar su nacionalidad liberiana con la de sus países de acogida, mientras que hay quien teme que la diáspora gane un peso excesivo en el país.
Weah ha defendido que quienes se vieron obligados a abandonar el país ahora podrán regresar a Liberia. "Durante la guerra, aquellos liberianos que se fueron a otros países y solicitaron la nacionalidad, no podían ser ciudadanos aquí y eso es injusto", lamentó en un acto de campaña hace unos días, animando a los ciudadanos a votar a favor del cambio.
En todo caso, tampoco está claro que las reformas salgan adelante, ya que el descontento hacia el presidente ha ido en aumento. Liberia aún no se ha recuperado de las guerras civiles que enfrentó entre 1989 y 2003 así como de los estragos de la epidemia de ébola que azotó al país entre 2014 y 2016. Esto ha provocado protestas en los últimos tiempos, entre otras cosas por la creciente inflación en un país que es uno de los más pobres del mundo.