Libia condena la muerte del embajador estadounidense

Actualizado: miércoles, 12 septiembre 2012 14:37

TRIPOLI 12 Sep. (Reuters/EP) -

El viceprimer ministro libio, Mustafa Abu Shagour, ha confirmado que el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, murió en un ataque en la ciudad de Benghazi y ha condenado lo ocurrido.

"Condeno el acto cobarde de atacar el Consulado estadounidense y el asesinato del señor Stevens y otros diplomáticos", ha señalado Abu Shagur a través de su cuenta de Twitter.

El embajador de Estados Unidos en Libia y otros tres miembros del personal de la Embajada estadounidense murieron en el ataque con cohetes ocurrido anoche contra su vehículo en la ciudad de Benghazi, en el este del país, según ha informado este miércoles un responsable libio.

"El embajador en Libia y otros tres miembros del personal murieron por los disparos de cohetes efectuados por hombres armados contra ellos", declaró el responsable a Reuters desde Benghazi. Consultados sobre esta muerte, un empleado de la Embajada se ha limitado a confirmar la muerte de una persona.

Según el responsable libio, el embajador estadounidense se dirigía a un lugar más seguro después de que manifestantes atacaran el Consulado norteamericano en Benghazi y abrieran fuego, matando a un miembro del personal, en protesta por una película norteamericana que consideraban blasfema con el profeta Mahoma.

El responsable ha precisado que el embajador y otros tres miembros del personal murieron cuando hombres armados dispararon cohetes contra su coche. Según esta fuente, la Embajada estadounidense ha enviado un avión militar para transportar los cuerpos a Trípoli para repatriarlos a Estados Unidos.

Hombres armados asaltaron el Consulado en Benghazi anoche, enfrentándose con las fuerzas de seguridad libias, que se retiraron ante los intensos disparos. Los asaltantes dispararon contra los edificios mientras otros lanzaron bombas de fabricación casera contra el recinto, provocando pequeñas explosiones. Además hubo varios incendios.

Esta mañana, el recinto permanecía vacío y los viandantes podían entrar sin problemas en el interior. En uno de los edificios todavía había llamas y un pequeño grupo de hombres estaba tratando de apagar el fuego, bajo la mirada de tres efectivos de seguridad. Un reportero de Reuters ha podido ver restos de sangre delante de uno de los edificios, así como tres coches quemados.