PEKÍN, 17 Ene. (Reuters/EP) -
Un librero sueco de origen chino desaparecido en Tailandia en octubre ha aparecido este domingo en China, adonde regresó voluntariamente para responder por el accidente de tráfico en el que se vio envuelto en 2004 y que acabó con la muerte de un estudiante, según ha informado la televisión pública china CCTV.
"Vuelvo para entregarme. Se trata de una decisión personal. No tiene nada que ver con nadie", ha declarado un visiblemente consternado Gui Minhai. "Se trata de una responsabilidad personal que he decidido asumir".
Gui, que regentaba una librería en Hong Kong especializada en libros de cotilleos sobre diferentes líderes del Partido Comunista de China, desapareció al igual que otras cinco personas del personal de la tienda el pasado octubre, lo que hizo sospechar de una posible represión.
Este hecho, unido al silencio de Pekín sobre el asunto, había creado un clima de preocupación acerca de una posible actuación de las autoridades chinas en la ciudad, en la que impera el sistema de "un país, dos sistemas" desde su reincorporación a China tras las descolonización británica en 1997.
Las declaraciones de Gui se suman a otra serie de confesiones realizadas durante los últimos años por diferentes sospechosos en casos de renombre. Algo que quienes critican al sistema chino consideran que arrebata la posibilidad de un juicio justo para los acusados.
A principios de mes, el ministro sueco de Asuntos Exteriores había trasladado su preocupación acerca del caso de Gui al embajador chino en Estocolmo.
SU HIJA CREE QUE FUE UN SECUESTRO
La hija del librero, Angela, afincada en Reino Unido, ha declarado que no ha podido confirmar a título individual la veracidad de las aseveraciones de su padre, pero que todavía cree que su progenitor fue secuestrado y que su detención se produjo debido su profesión como librero.
El propio Gui ha prevenido en su confesión a "cualquier persona u organización" de embarcarse en "maliciosas especulaciones" acerca de las razones de su entrega voluntaria.
Según ha publicado este domingo la agencia de noticias china Xinhua, Gui "se entregó a los organismos de seguridad pública" en octubre, obviando cualquier mención a los detalles de su entrega o cómo llegó desde Tailandia hasta China.
La sentencia dictaminada contra Gui por su crimen comporta dos años de prisión, aunque estaba en libertad condicional. El librero acabó con la vida de una estudiante en la ciudad costera de Ningbo bajo los efectos del alcohol, aunque ahora se le considera sospechoso de otros crímenes tras su huída del país en 2006.
"A pesar de ser ciudadano sueco me siento verdaderamente chino, mis raíces están en China. Espero por tanto que Suecia respete mi decisión personal, mis derechos y privacidad y me permita resolver mis propios problemas", ha declarado Gui en la emisión.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Li, señaló el pasado 5 de enero que otro de los cinco desaparecidos, un ciudadano británico llamado Lee Bo, es "antes que nada, ciudadano chino" además de realizar un llamamiento para no lanzar "acusaciones sin fundamento" sobre el caso.
Recientemente han circulado por la red fotos de una nota supuestamente escrita a mano por el propio Lee, que data del 3 de enero. En ella se podía leer que el ciudadano británico había viajado de vuelta a China para asistir a una "investigación" sin especificar.
Xinhua ha informado además que otras "personas relacionadas" con el caso estarían cooperando con la investigación, pero no ha arrojado dato alguno sobre el estado o localización del resto de desaparecidos.
Otras editoriales y las librerías tienen ahora miedo de posibles represalias del Gobierno de Pekín e incluso han retirado de los estantes libros críticos con las autoridades de la China continental y también son muy populares los libros sobre la vida amorosa de los dirigentes chinos. Muchos de estos libros han sido retirados de las librerías de Hong Kong.