LA HABANA 11 Mar. (Reuters/EP) -
La líder del grupo disidente cubano Damas de Blanco, Berta Soler, parece haber superado un desafío a su liderazgo, pero su reputación se ha visto mermada después de que varias seguidoras descontentas le acusasen de abusar de su autoridad.
Las Damas de Blanco, un grupo que en el 2005 recibió el Premio Sájarov del Parlamento Europeo, son citadas periódicamente por el Gobierno de Estados Unidos por su defensa de los Derechos Humanos, y Soler ha mantenido audiencias con el presidente estadounidense, Barack Obama, y el Papa Francisco.
Sin embargo, una serie de problemas internos llevaron a que se formularan peticiones para que renunciara, después de que algunas descontentas le acusasen de haber expulsado a activistas arbitrariamente, de manejos turbios de los recursos y de querer perpetuarse al frente de la agrupación.
Ante las críticas, la jefa del movimiento se sometió a una votación interna para ratificar su liderazgo. Los resultados finales serán dados a conocer el miércoles, pero Soler ha avanzado este martes por la noche que casi había asegurado la victoria.
De 233 votos emitidos, 108 fueron a su favor y nueve en contra, ha explicado Soler, mientras que otros nueve sufragios fueron anulados o estaban en blanco. Soler sólo necesita cinco de los 107 votos pendientes para ganar.
Cuando le preguntaron si lo consideraba una victoria, Soler respondió: "Se está viendo así, pero quiero esperar a mañana".
Esta pequeña rivalidad interna se ha sumado a las dificultades a las que se enfrenta la pequeña comunidad disidente de Cuba, ya que el Gobierno de la isla los considera mercenarios al servicio de Estados Unidos.
El grupo Damas de Blanco, conocido por sus caminatas los domingos por una céntrica avenida de La Habana vistiendo de blanco, fue creado por madres, hijas y esposas de 75 disidentes condenados a penas de entre seis y 28 años de prisión en el año 2003.
Gracias a un acuerdo en el año 2010 entre la Iglesia Católica y el Gobierno cubano, fueron liberados 52 de estos disidentes. La mayoría emigró después con sus familiares a España y Estados Unidos.
Soler reemplazó en el 2011 a la fallecida líder original del grupo, Laura Pollán.
El grupo sobrevive en gran medida de las donaciones de dinero de los exiliados anticastristas en Estados Unidos, y cada una de las damas recibe 30 dólares por participar en las marchas dominicales, ha indicado Soler, una cantidad mayor que el salario mensual habitual en Cuba.
Los disidentes dicen que a menudo no tienen más remedio que aceptar donaciones extranjeras porque el Gobierno bloquea el avance de sus carreras profesionales y les impide tener empleos estatales.