MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El líder del grupo islamista Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, ha reclamado este lunes a sus milicianos que pongan fin a las operaciones contra el Ejército y las fuerzas de seguridad afganas, en el marco del proceso de conversaciones con el Gobierno.
Pese a ello, ha recalcado que sus combatientes responderán a cualquier ataque por parte de las fuerzas de seguridad, exigiendo a las autoridades que ordenen el fin de sus operaciones contra el grupo.
El anuncio es un nuevo gesto del grupo en el proceso de paz, apenas unos días después de que el propio Hekmatyar declarara que las conversaciones habían terminado sin acuerdo, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Hekmatyar, una de las figuras 'muyahidin' de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta, fue uno de los señores de la guerra que se vieron involucrados en una cruenta guerra civil tras la salida de las tropas soviéticas del país, que se saldó con cientos de miles de muertos, la mayoría de ellos civiles.
Durante dicho conflicto, los milicianos de Hekmatyar fueron responsables de gran parte de la destrucción de Kabul debido a sus continuos bombardeos contra la capital, que provocaron miles de víctimas civiles.
Posteriormente, accedió al cargo de primer ministro entre 1993 y 1994 --y de nuevo por un breve periodo de tiempo en 1996--, antes de que los talibán se hicieran con el control de la capital, provocando su huida a Irán, donde permaneció durante seis años en medio de la desconfianza por parte de Teherán.
Finalmente, fue expulsado del país en 2002 en medio de presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos y el recientemente establecido Ejecutivo afgano de Hamid Karzai tras la invasión estadounidense del país para expulsar a los talibán del poder.
Ese mismo año, emitió un comunicado para llamar a la 'yihad' contra Estados Unidos por su presencia en Afganistán, tras lo que fue declarado en 2003 como un "terrorista global" por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Tras varios años en la clandestinidad y continuas amenazas contra Estados Unidos e Irán por supuesto respaldo a Washington durante la guerra contra el Gobierno talibán en 2001, Hezb-e-Islami resurgió con fuerza en 2008 con una serie de atentados contra las fuerzas de seguridad y las tropas de la coalición.
Pese a todo ello, Hekmatyar ha sido considerado por Kabul y la comunidad internacional como un líder insurgente más dispuesto a la apertura de un diálogo de paz que los líderes talibán y Sirajuddin Haqqani, señor de la guerra pastún y líder de la Red Haqqani.