La líder de Hong Kong promete escuchar a la población con la "mente abierta" y respetar los resultados electorales

MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La líder de Hong Kong, Carrie Lam, ha prometido este lunes escuchar a la población con la "mente abierta" y ha asegurado que respetará los resultados electorales tras los comicios locales celebrados en la región, que se han saldado con una clara victoria de los candidatos prodemocracia.

Según los resultados preliminares, 17 de los 18 consejos están ahora bajo control del movimiento prodemocracia, que se habría hecho con al menos 390 de los 452 escaños en lo que ha supuesto un claro rechazo a los candidatos afines a Pekín.

En relación con la participación, que ha alcanzado el 71 por ciento, Lam ha expresado que el número demuestra que "los votantes esperaban expresión su punto de vista mediante las elecciones". "Sinceramente doy gracias al público por la activa participación en estos comicios", ha manifestado, según recoge un comunicado difundido por el Gobierno.

Asimismo, ha recalcado que existen "varios análisis e interpretaciones", pero que "unos cuantos versan sobre el descontento de la gente respecto a la actual situación y los problemas de la sociedad".

"Estas elecciones se han celebrado bajo unas circunstancias muy difíciles debido a los incidentes registrados durante los últimos meses. (...) Los consejos de distrito son un componente importante para nuestro sistema político. Aparte de contribuir al desarrollo de las comunidades, juegan un papel positivo a la hora de supervisar los servicios públicos e los distritos", ha expresado.

En este sentido, ha subrayado que "en general, los comicios se han desarrollado de forma pacífica y segura". "Tras cinco meses de disturbios creo que la gran mayoría de la población comparte mi deseo de paz y seguridad", ha afirmado.

ESTALLIDO DE LA CRISIS

Las protestas en Hong Kong estallaron el pasado mes de junio contra un polémico proyecto de ley de extradición a la China continental. Carrie Lam acabó retirando definitivamente el proyecto de ley pero las manifestaciones han continuado con demandas mayores, incluido el sufragio universal.

La violencia en Hong Kong se ha convertido así en el mayor desafío para el presidente chino, Xi Jinping, que llegó al poder en 2012 e insiste en que el Gobierno local podrá resolver la crisis.

Los manifestantes, enfadados por lo que consideran una injerencia del Gobierno chino en la antigua colonia británica, han defendido que están respondiendo al excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad. Pekín, por su parte, ha rechazado cualquier tipo de intervención en los asuntos de Hong Kong y ha culpado de la situación a la influencia de terceros países.