PARÍS/KUALA LUMPUR, 7 Nov. (Reuters/EP) -
El fundador del principal partido opositor camboyano, Sam Rainsy, ha asegurado que no ha sido capaz de iniciar su anunciado viaje de vuelta a Camboya por no poder embarcar en un vuelo entre París y Bangkok, un día después de que las autoridades malasias también interceptasen a la 'número dos' de la formación, Mu Sochua.
El fundador del CNRP, exiliado en Francia desde hace cuatro años, se había comprometido a regresar este sábado a su país, donde sigue teniendo en vigor una orden de arresto en su contra, para liderar las manifestaciones contra el régimen de partido único que lidera el primer ministro, Hun Sen. El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan Ocha, ya había avisado de que había órdenes de impedir cualquier escala en territorio tailandés.
Rainsy ha explicado a la agencia de noticias Reuters que el personal de Thai Airways en el Aeropuerto Charles de Gaulle de París le ha pedido embarcar. "Me dijeron que habían recibido instrucciones de arriba para que no me permitiesen subir", ha lamentado, "impactado" y "decepcionado" por el veto.
"Quiero volver, mi gente me está esperando", ha declarado el dirigente opositor, que no ha recibido ninguna réplica de la aerolínea. Thai Airways ha declinado pronunciarse arguyendo razones de confidencialidad sobre los datos de un pasajero.
Tailandia también denegó la entrada de Mu Sochua, exministra de Exteriores, el 20 de octubre, por lo que esta hizo uso de su pasaporte estadounidense para volvar primero a Indonesia y después de Malasia, donde fue interceptada en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur. Las autoridades malasias también han detenido esta semana a otros dos opositores camboyanos.
El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, ha aclarado que Sochua no será entregada a Camboya, pero sí que ha abierto la puerta a su deportación a un tercer país. "No queremos que usen Malasia como base para su lucha en otros países", ha explicado ante los periodistas.
El principal responsable del CNRP dentro de Camboya, Kem Sokha, fue acusado de traición en 2017 y meses después el Tribunal Supremo decidió disolver la formación opositora a petición del Gobierno. El partido de Hun sen se hizo con todos los escaños del Parlamento en las elecciones de 2018.