NAIROBI, 15 Feb. (Reuters/EP) -
El líder de la oposición keniana Raila Odinga ha alertado este miércoles de que, si se produce algún tipo de fraude electoral en el marco de los comicios previstos para agosto, la población llevará a cabo manifestaciones en masa.
El aumento de la violencia registrado en Kenia tras las elecciones de 2007 podría repetirse, según ha indicado Odinga. Entonces, las protestas derivaron en un conflicto étnico y se saldaron con más de 1.200 muertos.
"Este país no está preparado para otras elecciones fraudulentas. Los kenianos no aceptarán esa situación", ha aseverado Odinga, que ha señalado que un gran número de personas se ha registrado varias veces con el mismo carnet de identidad para votar en agosto.
La comisión nacional electoral, que está trabajando para resolver el problema, ha identificado unos 78.000 registros duplicados hasta la fecha. "Esperamos una inscripción creíble de votantes de cara al 10 de mayo, cuando pondremos en marcha el proceso de verificación", ha afirmado el portavoz de la comisión Andrew Limo.
El Gobierno ha acusado a Odinga de quitarle crédito al proceso electoral antes de que se celebren las elecciones. "La oposición quiere crear una narrativa que sostenga un posible rechazo al resultado de las elecciones", ha afirmado el portavoz del Gobierno Munyori Buku. "Nunca aceptan los resultados", ha añadido.
ESTABILIDAD REGIONAL
El crecimiento económico en Kenia no es suficiente para ofrecer trabajo a un gran número de jóvenes, que se encuentran actualmente sin empleo. El Gobierno del presidente Uhuru Kenyatta se ha visto afectado por los escándalos de corrupción y las huelgas de trabajadores.
Kenyatta, uno de los principales rivales políticos de Odinga, lleva dos meses trabajando en una campaña de registro electoral masivo, especialmente entre la etnia Kikuyu, una estrategia que le permitió ganar en 2013.
Odinga también ha llevado a cabo una campaña para el registro de votos, la cual ha supuesto un aumento de 3 millones de votantes a los 16 millones ya existentes. "Esto es caótico. La comisión está intentando restarle importancia, pero es un desastre", ha manifestado.
El líder opositor ha acusado al Gobierno de presionar a la Justicia keniana a través del Parlamento. "Intentan intimidar y sobornar a los jueces para que sean sus cómplices", ha aseverado en relación con las críticas de un parlamentario hacia uno de los magistrados.
Ambas facciones políticas se han acusado mutuamente de aumentar la tensión racial para obtener un mayor número de votos. "Los votantes están siendo manipulados para creer que si alguien de su etnia está en el poder sus vidas van a mejorar notablemente", ha asegurado Odinga.
La semana pasada, Kenyatta acusó a la oposición de "mentir y hacer uso del odio y las políticas divisivas" para ganar apoyos. La comunidad internacional ha mostrado su preocupación ante la situación en el país, que podría volver a registrar una ola de violencia similar a la de 2007.