Archivo - El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniyé - Mahmoud Hefnawy/dpa - Archivo
MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, ha aseverado este martes que el ataque en Líbano en el que ha fallecido su 'número dos', Salé al Aruri, es un "acto terrorista" pero que hace a la milicia palestina "más fuertes y decididos que nunca".
"Todos estos asesinatos y ataques nos harán más fuertes y decididos que nunca. Esta es la historia de la resistencia y de nuestro movimiento. Siempre nos volvemos más fuertes y más decididos", ha manifestado Haniye durante un discurso recogido por la cadena de noticias Al Yazira.
El líder político de Hamás ha tachado de "asesinato cobarde" y "acto de terrorismo" el ataque que se ha saldado con la muerte de Al Aruri y otras cinco personas, y que ha atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel, si bien las autoridades israelíes han rechazado manifestarse al respecto.
En esta línea, el líder del brazo político de Hamás ha denunciado que el ataque también representa "una violación de la soberanía libanesa", así como "una ampliación del alcance de la agresión israelí" contra la población palestina, y ha advertido de que Israel "es responsable de cualquier repercusión".
Al menos siete personas han muerto y varias más han resultado heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. Haniye ha confirmado que entre las víctimas se encuentra no solo Al Aruri, sino otros seis miembros de la milicia palestina.
Según ha detallado el líder político de Hamás, los fallecidos son Samir Findi y Azzam al Aqra, ambos comandantes de las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, brazo armado Hamás; y los milicianos Mahmud Zaki Shahin, Mohamed Bashasha, Mohamed al Rayes y Mohamed Hamud. "La sangre de Al Aruri y sus hermanos se mezcló con la sangre de nuestro pueblo", ha dicho.
Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el 'número dos' del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.