MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El exvicepresidente de Sudán del Sur y líder rebelde, Riek Machar, ha presentado una proposición para relanzar el acuerdo de paz firmado en 2015 que contempla la creación de un gobierno de transición durante un periodo de 27 meses.
El documento, con fecha del 26 de enero y obtenido por la emisora Radio Tamazuj, pide la reconstitución del gobierno de unidad, el Parlamento, y el sistema de justicia para avanzar en el proceso de paz.
Asimismo, solicita que la distribución territorial vuelva a los diez estados existentes antes de la firma del acuerdo, así como un reparto de las cuotas de poder en el Gobierno del 42-42-16 --siendo las partes el partido gubernamental, la formación de Machar y el resto de partidos opositores--.
"El Consejo de Transición de Estados debe ser disuelto y reconstituido con un total de 50 miembros, cinco de cada estado, de los cuales al menos dos deben ser mujeres", recoge el documento.
El documento refleja además que la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) y la Fuerza Regional de Protección serán las encargadas de garantizar la seguridad durante los primeros 18 meses del periodo de transición.
Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios del presidente, Salva Kiir, con las fuerzas leales a Machar.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
El asesor especial de Naciones Unidas en prevención del genocidio, Adama Dieng, acusó el lunes a Uganda y Kenia de alimentar el conflicto en Sudán del Sur, apuntando al tráfico de armas a través de las fronteras con estos países.
"Si bien la responsabilidad de proteger a la población de Sudán del Sur (...) recae sobre el Gobierno de Sudán del Sur, la responsabilidad de prevenir las atrocidades es regional e internacional", dijo.
Las palabras de Dieng llegaron después de que la Unión Africana (UA) sugiriera la posibilidad de imponer sanciones contra los líderes de las facciones que violen el alto el fuego en Sudán del Sur.
La semana pasada, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, y el grupo internacional que supervisa la tregua abogaron por la imposición de sanciones contra los líderes responsable sde la última ola de violencia.
Estados Unidos incluso es partidario de aplicar un embargo de armas, una medida que previsiblemente chocaría con la oposición de China en el Consejo de Seguridad.