MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los restos del expresidente de Zimbabue Robert Mugabe serán exhumados y trasladados desde su localidad natal a un cementerio en la capital, Harare, después de que un líder tradicional haya indicado que las acciones de la familia al dar sepultura al exmandatario en Kutama supone una violación de las tradiciones del país.
El jefe de Zvimba, Stanley Wurayayi Mhondoro, ha indicado que Mugabe debe ser enterrado en el Acre de los Héroes Nacionales antes del 1 de julio, en contra de los deseos de la familia y del propio Mugabe, que pidió ser enterrado en su localidad natal, según consta en su testamento.
Por ello, ha dado orden para "exhumar el cuerpo de Robert Mugabe en Kutama y volver a enterrarle en el Acre de los Héroes Nacionales en Harare, en un lugar mostrado por su padre y según nuestra cultura". En este sentido, ha resaltado que sus padres "estuvieron de acuerdo en que fuera enterrado en el Acre de los Héroes Nacionales".
Asimismo, el jefe de Zvimba ha acusado a la viuda del expresidente, Grace Mugabe, de llevar a cabo "de forma inadecuada" el entierro de Mugabe y de no gestionar adecuadamente sus propiedades, según ha informado el diario zimbabuense 'News Day'.
Mugabe, quien gobernó Zimbabue durante 37 años, desde su independencia en 1980 y hasta que dejó el poder en 2017 tras una asonada militar, fue enterrado en septiembre de 2019 en su aldea natal después de su fallecimiento en un hospital de Singapur a los 95 años.
El antiguo dirigente, considerado un héroe de la independencia zimbabuense, permaneció largos periodos de tiempo hospitalizado en Singapur. Durante años ha habido especulaciones en torno a la posibilidad de que sufriera un cáncer de próstata, motivo por el que realizó viajes periódicos a un hospital en el país asiático.
El propio Mugabe y su familia se habían pronunciado contra una ceremonia oficial en el Acre de los Héroes Nacionales, ante su negativa a que su sucesor, Emmerson Mnangagwa, quien ascendió al poder impulsado por el golpe de Estado, presidiera las exequias oficiales.
Mnangagwa no participó en el entierro, culminación de semanas de velatorio en los que la familia vigiló con celo el cuerpo por el miedo que tenía Mugabe a que sus rivales políticos realizaran algún tipo de ritual con sus restos, tal y como relató entonces Leo Mugabe, un sobrino del expresidente.