BRUSELAS, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se han comprometido este viernes a no tomar medidas unilaterales en materia de inmigración y gestión del creciente flujo de refugiados, al tiempo que han anunciado su voluntad de celebrar una cumbre "a principios de marzo" con Turquía, país con el que quieren estrechar la cooperación para contener el paso de migrantes.
"Las soluciones europeas no son sólo las decisiones tomadas en Bruselas, son también, y en primer lugar, las decisiones tomadas en las capitales. Debemos aceptarlas, pero también demostrar una mejor coordinación de estas decisiones", ha indicado el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, en una comparecencia sin preguntas al término de la primera jornada de cumbre de líderes de la UE.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por su parte, ha destacado el acuerdo "por unanimidad" de los líderes para que el planteamiento debe de ser europeo y que "las individualidades nacionales no son recomendables".
La cita de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea tenía por objetivo cerrar un acuerdo para redefinir las relaciones de Reino Unido con el resto de socios del bloque comunitario, pero las tensiones entre los Estados miembros por la gestión de la crisis de refugiados ha ocupado la mayor parte de la jornada.
La cena de los mandatarios, que inició pasadas las 20:00 horas, ha durado unas seis horas en las que han discutido sobre la polémica decisión de Austria de limitar la entrada de refugiados a su territorio, algo que la propia Comisión ha advertido de que es "ilegal" y que ha provocado malestar en "la mayoría" de Estados miembro, incluidos Alemania, Grecia y Polonia, según fuentes diplomáticas.
Pese a las presiones, Austria "no va a posponer" las medidas anunciadas, según ha adelantado la canciller alemana, Angela Merkel, en una rueda de prensa, en la que ha considerado "urgente" buscar soluciones.
Los líderes han admitido "una grave preocupación" por la presión migratoria a Europa a través de los Balcanes y han dejado claro que se "requiere una acción concertada mayor y el fin del enfoque de dejar pasar la ola y de medidas descoordinadas a lo largo de la ruta" en las conclusiones adoptadas en la cumbre sobre inmigración, en las que piden "permanecer vigilantes" sobre potenciales cambios en "otras rutas" para "poder tomar acción rápida y concertada".
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por su parte, ha defendido que Austria es "libre" de tomar las decisiones "que le parezcan oportunas y convenientes", a la vez que ha admitido, sobre las propuestas de Viena, que "a unos (Estados miembros) les gustaron más y a otros les gustaron menos".
En cualquier caso, Tusk y Juncker han insistido en que "no hay alternativa buena" a una respuesta europea. El presidente del Consejo ha lamentado las batallas "entre planes a, b y c", porque crean "divisiones" y "no tienen sentido", mientras que Juncker ha insistido en la idea de que cualquier planteamiento debe partir del seno de la UE.
Los líderes han admitido la importancia de restablecer "de forma concertada" el funcionamiento normal de Schengen, apoyando a los países en dificultad y que "todos" vuelvan a aplicar las normas de Schengen y "rechacen la entrada en las fronteras externas a nacionales de terceros países que no cumplen las condiciones de entrada o que no han hecho una solicitud de asilo a pesar de tener la oportunidad de hacerlo".
CUMBRE UE-TURQUÍA
Además, Juncker ha apuntado la necesidad de contar con la colaboración de Ankara para contener la llegada masiva de inmigrantes: "No hay alternativas a una buena, inteligente y sabia cooperación con Turquía".
El plan de acción de la Unión Europea con Turquía, que incluye una ayuda de 3.000 millones de euros a las autoridades turcas para atender a los refugiados en su territorio, a cambio de que estrechen el control de su frontera y frenen el paso de inmigrantes, es una "prioridad", ha añadido Tusk.
Por ello, los líderes han convenido celebrar una cumbre a Veintiocho con Turquía "a principios de marzo", en una fecha que está por determinar a la espera de conocer la disposición de Ankara.
Esta cita servirá para evaluar si las medidas acordadas van por el buen camino o se necesitan iniciativas "alternativas", según ha explicado la canciller Merkel, que se ha mostrado convencida de que la misión de vigilancia de la OTAN acordada en el Egeo que "comenzará a finales de febrero como muy tarde" contribuirá a "mejorar" la protección de las fronteras externas. Los líderes han respaldado la misión de la OTAN para vigilar los cruces en el Egeo y han pedido que coopere con Frontex.
Merkel ha insistido en que el plan con Turquía es "prioridad". "Todos queremos reducir significativa y tangiblemente el número de refugiados", ha dicho la canciller alemana, que ha dejado claro que sólo entonces se podrá estudiar acoger a refugiados de Turquía en el marco de un programa voluntario.