784563.1.260.149.20230709084451
Archivo - Imagen de archivo de un encuentro en Kiev entre el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky - Europa Press/Contacto/President Of Ukraine
Los aliados recelan de las garantías de seguridad que reclama Zelenski y no ofrecerán un calendario claro de adhesión
BRUSELAS, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los líderes de la OTAN esperan dar un mensaje de apoyo fuerte a Ucrania y a sus ambiciones de entrar en la alianza cuando se reúnan este martes y miércoles en Vilna, Lituania, en una cumbre llamada a definir el futuro de la relación con Kiev y en la que se espera la participación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El secreto mejor guardado de los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN es la señal que manden a Kiev para reforzar la declaración de Bucarest, de 2008, en la que ya reconocían a Ucrania como futuro miembro de la OTAN. La idea es darle más potencia a esta promesa, en plena guerra con Rusia, aunque las fuentes aliadas descartan que el lenguaje de la declaración contenga referencia temporal alguna al ingreso de Ucrania en la organización.
"No llegamos a Vilna para reafirmar el mensaje de Bucarest. Tendremos en cuenta la situación en Ucrania y la invasión rusa y la declaración reflejará el compromiso a largo plazo con la estabilidad del país", ha señalado la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, antes de la cumbre que se celebra en un momento histórico y en una ciudad a poco más de 20 kilómetros de Bielorrusia, principal aliado de Moscú en el ataque a Ucrania.
En todo caso, los aliados no contemplan fijar un marco temporal para el ingreso de Ucrania en la OTAN, ni plantean ofrecer garantías de seguridad de forma colectiva a Kiev. La tesis del secretario general aliado, Jens Stoltenberg, es que los países de la OTAN deben centrar ahora sus esfuerzos en apoyar militarmente al ejército ucraniano para lograr victorias y retomar territorio en su contraofensiva, lo que mejorará su posición en unas futuras negociaciones de paz.
"Las diferencias no son grandes, pero cada aliado tiene su perspectiva sobre los plazos para promover la entrada de Ucrania en la OTAN y Ucrania tiene su propio calendario", ha explicado otra fuente aliada que excluye en todo caso grandes sorpresas en la declaración porque tiene que adoptarse por consenso entre los 31 miembros y se negociará hasta última hora.
Queda descartado igualmente que la OTAN acuerde invitar formalmente a Ucrania a entrar en la organización, como pedía Zelenski, ya que los aliados entienden que "hoy por hoy no se dan las condiciones de seguridad para la adhesión".
UCRANIA, EN PIE DE IGUALDAD CON LOS ALIADOS
Así las cosas, la reunión en la capital lituana obligará a los líderes aliados a realizar un importante ejercicio de política y diplomacia para poner de relieve el apoyo práctico que prestan a Ucrania, en el marco de la agresión rusa, sin defraudar las aspiraciones de Zelenski.
La medida estrella será el paquete plurianual con el que la OTAN ayudará a modernizar la Defensa e instituciones de Ucrania la próxima década. Dotado de varios miles de millones de euros, el plan tiene el objetivo de proveer un apoyo sostenible a Kiev y facilitar su eventual entrada en la OTAN mediante la mejora de la interoperabilidad y la adopción de estándares militares occidentales.
En cuanto a aspectos políticos, la OTAN quiere inaugurar de la mano de Zelenski el Consejo OTAN-Ucrania, un mecanismo de consultas con el que Kiev estará en pie de igualdad con los aliados para realizar consultas y tratar asuntos de seguridad. Este formato solo se mantenía hasta ahora con Rusia, si bien la invasión de Ucrania hizo saltar todos los puentes entre la OTAN y Moscú.
Entre las bazas de la OTAN para escenificar el apoyo a Ucrania está dar por superado el programa de asesoramiento para la adhesión, un proyecto con el que ofrece asistencia y apoyo práctico a los países candidatos a entrar en el bloque. En el caso de Ucrania, la anexión rusa de Crimea en 2014 y la invasión a gran escala de 2022 ha llevado a mantener una relación estrecha que hace que este programa pierda algo de sentido.
"La realidad es que con todos los diferentes programas acercaremos a Ucrania a la OTAN y eso nos ayudará a avanzar también en la cuestión de enviar un mensaje positivo también sobre la cuestión de la adhesión", ha reconocido el propio Stoltenberg antes de la cita de Lituania.
GARANTÍAS DE SEGURIDAD, "FUERA DE LA MESA"
Otro de los debates que ha animado las semanas previas a la cumbre es de ofrecer garantías de seguridad a Ucrania para prevenir eventuales agresiones militares rusas, un tema que genera "divergencias" entre aliados por las consecuencias de seguridad que acarrearía.
En este momento algunos miembros de la OTAN del bloque negocian de forma bilateral dar apoyo militar a largo plazo a Kiev, aunque no habrá anuncios en Lituania, explican fuentes aliadas, que subrayan que no le corresponde a la organización militar brindar este tipo de compromisos, que en el vocabulario de la OTAN se corresponden con la cláusula de defensa mutua del artículo 5 de tratado de Washington.
"El término garantías de seguridad está fuera de la mesa. Porque obviamente la OTAN no está dispuesta a dar a otros países garantías de seguridad del tipo del artículo 5", han asegurado fuentes aliadas. Hasta el momento, Stoltenberg ha defendido que la OTAN ofrezca un marco de seguridad para romper el patrón agresivo de Moscú frente a su vecino pero ha sido ambiguo a la hora de explicar en qué consistirá este compromiso.
DESBLOQUEAR LA ADHESIÓN DE SUECIA A LA OTAN
La cita en Lituania estará también marcada por la reunión la víspera entre Turquía y Suecia para desbloquear la entrada del país nórdico en la alianza atlántica, una adhesión que la OTAN espera resolver definitivamente con el encuentro entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y al primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
Stoltenberg considera que el ingreso de Suecia está "al alcance de la mano" y espera "cerrar la brecha" existente entre Estocolmo y Ankara a cuenta de la cooperación contra el terrorismo kurdo. Suecia defiende que ha cumplido con los compromisos adquiridos en materia de seguridad en el acuerdo trilateral de Madrid, cuando hace un año desbloqueó el inicio del proceso de adhesión, pero Turquía sigue esperando más pasos en la cooperación contra el terrorismo y exige la extradición de supuestos miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En todo caso, las fuentes consultadas ven "posibilidades reales" de despejar el bloqueo turco y señalan que el proceso esta "bien orientado" para culminar la ratificación de la entrada de Suecia en la OTAN, solo pendiente de Turquía y Hungría, una vez las mediaciones de Stoltenberg han surtido efecto y logrado importantes avances.
GASTO MILITAR DEL 2% Y PLAN INDUSTRIAL
Igualmente, en el transcurso de la cumbre el jefe político de la OTAN espera cerrar el compromiso de los aliados con un nuevo horizonte de gasto militar que sitúe el 2 por ciento como el gasto mínimo en Defensa.
El pacto está "encarrilado" ya que en el seno de la OTAN hay un convencimiento compartido de que el conflicto en Ucrania exige un aumento del gasto, que ya registró un crecimiento del 8,3 por ciento, la mayor cifra en su historia.
El gasto es inevitable para cumplir las expectativas de seguridad que se derivan de la crisis en Ucrania y para este año once aliados cumplirán la línea de gasto del 2 por ciento acordada en la cumbre de Gales de 2014, cuando solo tres países cumplían este listón.
Los líderes aliados también ratificarán el plan Acción de Producción de Defensa para reforzar la base industrial euroatlántica, agregar la demanda, impulsar la capacidad de producción militar y aumentar la interoperabilidad de los aliados. España ha criticado estos planes por no tener en cuenta a las empresas armamentísticas españolas, amenazando con vetar el programa, si bien ha conseguido en negociaciones previas que el plan se abra y sea "transparente e inclusivo".