MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los líderes políticos libaneses han condenado unánimemente el doble atentado perpetrado el jueves por el grupo yihadista Estado Islámico en el barrio beirutí de Burj al Barajné, que se ha saldado con 42 muertos y 239 heridos.
El primer ministro del país, Tammam Salam, declaró el viernes como un día de luto nacional y reclamó a la población que muestre "más unidad y solidaridad ante los planes sediciosos", apuntando su esperanza de que los ataques lleven a los partidos "a superar las disputas y apoyar al Estado".
El líder del bloque parlamentario Cambio y Reforma, Michel Aoun, ha descrito los ataques como "un crimen de desesperación tras la derrota" y ha abogado por "preservar la seguridad", según ha informado el diario local 'An Nahar'.
"¿Cuántos atentados más han de tener lugar para convencer a todo el mundo de la necesidad de erradicar el terrorismo 'takfiri' --en referencia al extremismo suní--?", se ha preguntado. Aoun es un líder político cristiano aliado con el partido-milicia chií Hezbolá, que combate al Estado Islámico y otras formaciones yihadistas en Siria.
En este sentido, Hezbolá ha prometido continuar "la lucha contra el terrorismo" tras el doble atentado. "La lucha contra el terrorismo continuará. Se trata de una larga guerra entre nosotros", ha dicho el portavoz del partido-milicia, Husein Jalil.
Por su parte, el líder de Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, ha condenado el atentado y ha reclamado al Gobierno que celebre "un encuentro de emergencia y extraordinario para tomar más medidas para proteger Líbano y a los libaneses".
Geagea es, junto con Aoun, uno de los principales candidatos a ocupar la Presidencia de Líbano, vacante desde mayo de 2014 debido a las disputas entre los partidos políticos respecto a sendas candidaturas.
Asimismo, la secretaría general del Movimiento 14 de Marzo --al que pertenecen Aoun y el exprimer ministro Saad Hariri-- ha condenado "el retorno de los atentados a la región de Dahieh" --en el sur de Beirut--, expresando su solidaridad a las familias de las víctimas.
La coalición, que ha respaldado a los grupos opositores que combaten al Gobierno sirio, ha reclamado a Hezbolá que "se retire del conflicto" en el país vecino, argumentando que "claramente está afectando a los que se involucran en él".
El propio Hariri ha dicho a través de su cuenta personal en la red social Twitter que "atacar a civiles es un acto vil e injustificado que no puede ser justificado mediante argumento alguno". "Matar a gente inocente es un crimen detestable según todas las normas, en Burj al Barajné y en cualquier otra parte", ha zanjado.
El líder del Partido Socialista Progresista, Walid Yumblatt, se ha sumado a las condenas, pidiendo "superar las disputas políticas partidistas para inmunizar Líbano y evitar una nueva oleada de atentados terroristas".
Por último, el gran muftí de Líbano, el jeque Abdul Latif Daryan, ha descrito el atentado como "negro terrorismo" y ha pedido "unidad islámica y nacional". "El terreno doméstico debe ser protegido con más atención, solidaridad y unidad", ha valorado.
EL ATENTADO
Dos hombres que iban caminando por la calle de Ain al Sikké, en el suburbio de Burj al Barajné, han activado casi de forma simultánea sus chalecos explosivos a la entrada de un centro comercial, dejando al menos 37 muertos y 181 heridos, de acuerdo con el balance de Cruz Roja.
El lugar ha quedado completamente destrozado y las fuerzas de seguridad han acordonado la zona para evitar que la gente se agolpe en torno al centro comercial y facilitar así la actuación de los equipos de emergencias.
Es el primer atentado en Beirut desde junio de 2014, cuando un coche bomba acabó con la vida de un general. El año anterior se registraron numerosos ataques contra objetivos de Hezbolá en represalia por su apoyo expreso al Gobierno de Bashar al Assad en Siria.
El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo a Al Assad y ha participado junto a las fuerzas de seguridad sirias en varios combates contra grupos opositores armados, entre ellos varios afiliados a organizaciones terroristas.
La intervención de Hezbolá en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.