BRUSELAS, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han arrancado este jueves la cumbre extraordinaria en la que decidirán el alcance de las sanciones para responder a la invasión rusa de Ucrania.
Sobre la mesa estará el paquete elaborado las últimas semanas por la Comisión Europea en plena escalada de las tensiones con Moscú, aunque la exclusión de Rusia del sistema bancario SWIFT y las posibles medidas energéticas se presentan como asuntos que tendrán que decidir los líderes de la UE, en una reunión que transcurre sin dispositivos móviles para asegurar la confidencialidad.
A su llegada a la cumbre, el primer ministro belga, Alexander De Croo, ha asegurado que el paquete de sanciones debe aprobarse lo antes posible y "no tienen que ladrar sino morder" a la economía rusa.
Aunque De Croo ha valorado positivamente la propuesta sobre la mesa, ha pedido extender las restricciones a las operaciones de entidades rusas en el entorno financiero internacional. Y ha apostado por que este paquete de sanciones "sea el bueno" y la UE no se reserve medidas para más adelante.
A favor del paquete "más severo posible" se ha mostrado también el primer ministro esloveno, Janez Jansa, que ha reclamado apoyo militar, económico y humanitario a Kiev. "Es importante que el precio de la agresión sea significativa", ha indicado, avisando de que las sanciones "no son suficiente" y pidiendo que la UE ofrezca a Ucrania la entrada en el club comunitario antes de 2030.
Por su lado, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha pedido una respuesta fuerte de la UE tras alertar de que la acción militar rusa es "contra Europa, la democracia y el orden internacional". "No podemos permitirnos el lujo de discutir, debe haber debate pero tenemos que tomar decisiones", ha recalcado.
Su colega estonia, Kaja Kallas, ha insistido en que los Veintisiete tienen que hacer "todo lo posible" para apoyar a Ucrania con herramientas prácticas, militares y políticamente. "Hay que dejar claro que las puertas de la UE y la OTAN no están cerradas. Personalmente creo que Putin está infravalorando la capacidad de Ucrania de luchar por su libertad", ha añadido, indicando que toda Europa debe estar preocupada por la invasión rusa y no solo los países bálticos y del este.
Otro de los líderes más duros ha sido el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, quien ha señalado que "es hora de actuar" contra Rusia y ha abogado por aplicar sanciones masivas y severas contra Putin. Además, ha incidido en que todo el mundo está pendiente del tipo de reacción que tendrá la UE y de qué tipo de sanciones adoptará.
De su lado, el ministro de Letonia, Arturs Krisjanis, ha instado a "aislar" a Putin y a su régimen del resto del mundo con sanciones coordinadas. "Si no respondemos a esto, a qué respondemos", ha exhortado Krisjanis, mostrándose favorable a apoyar en términos militares a Kiev.
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, por su parte, ha indicado que la Unión Europea siempre es partidaria del diálogo y de buscar vías pacíficas para resolver crisis, pero que las acciones de Rusia han demostrado que el Kremlin no lo es. "Putin no es hoy por hoy el tipo de líder con el que puedes negociar ahora", ha remachado.
Asimismo, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que se reúne con los líderes antes de que éstos inicien la cumbre a Veintisiete, ha dicho que es un día oscuro para la democracia y la paz y lamentado que esta "brutal agresión" esté "destinada a destruir y dividir Europa".
"Es un ataque directo al corazón del modelo de sociedad democrática y Putin quiere dividir porque teme este modelo", ha razonado la conservadora maltesa, que ha recalcado la unidad del bloque y avisado de que "ninguna agresión quedará sin respuesta".