Archivo - Banderas de la UE - Europa Press/Contacto/Valeria Mongelli - Archivo
BRUSELAS, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los líderes de la Unión Europea buscarán en la cumbre de este jueves y viernes en Bruselas endurecer su posición respecto a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza con una llamada al alto el fuego, la denuncia de la hambruna y la exigencia a Israel de evitar una operación a gran escala en Rafá, ciudad fronteriza con Egipto en la que se concentra un millón de desplazados gazatíes.
La UE se encuentra en la necesidad de ajustar su posición común, acordada en octubre y que pedía pausas y corredores humanitarios en la Franja, después de que los cinco meses de operación militar israelí hayan dejado más de 31.000 muertos en el enclave palestino y desatado una crisis humanitaria y alimentaria que Naciones Unidas tacha de catastrófica.
"Las conclusiones son apoyadas por una abrumadora mayoría. El debate no es sobre si pedir alto el fuego o pausas sino sobre los matices de a quién atribuyes responsabilidad o las menciones a Rafá y los fondos a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA)", han indicado fuentes europeas.
En los borradores previos vistos por Europa Press, la UE carga las tintas por "la pérdida sin precedentes de vidas civiles y por la crítica situación humanitaria" en Gaza, apuntalando el lenguaje para pedir una "pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego duradero", aunque en las últimas horas y durante la cumbre podría cambiar la fórmula empleada. Estos términos ya fueron acordados a 26 las últimas semanas, aunque la obstrucción de Hungría impidió que se aprobara como posición común del bloque.
El objetivo es mandar un "mensaje fuerte" respecto a los efectos "desproporcionados en la población civil, especialmente en los niños", de la crisis humanitaria y alertar del riesgo inminente de hambruna en la Franja, con la vista puesta en que la presión sobre Israel le lleve a abrir más pasos y mejore la entrega de asistencia humanitaria vital a la Franja. En todo caso, fuentes europeas reconocen el escaso margen de maniobra ante unas autoridades israelíes que no han estado escuchan a la comunidad internacional, lo que no es óbice para que el bloque cumpla con su deber y demande a Israel acceso humanitario al enclave.
España llega a la cumbre convencida de que su postura, junto a Irlanda y Bélgica los más críticos con Israel, gana cada vez más adeptos frente a socios como Hungría o República Checa que apuestan por conclusiones "aguadas" o preferirían que no se renovara la posición común. En este sentido, fuentes diplomáticas lamentan que en ocasiones los países europeos vayan por detrás de aliados de Israel como Estados Unidos o Reino Unido, que ya reclaman abiertamente un alto el fuego a Israel y ponen líneas rojas a Benjamin Netanyahu, que insiste en la necesidad de llevar a cabo una ofensiva en Rafá.
FINANCIAR LA DEFENSA EUROPEA
Otro de los asuntos clave en la mesa de los líderes de la UE será el impulso a la industria armamentística en Europa, una vez la Comisión Europea ha puesto sobre su estrategia industrial y hay una sensación de urgencia por rearmar a Ucrania ante los reveses sufridos en el campo de batalla, donde acusa la escasez de munición ante una Rusia convertida en una economía de guerra.
El propio presidente del Consejo, Charles Michel, ha lanzado el debate al señalar que es hora de un "verdadero cambio de paradigma" en relación con la seguridad y defensa en Europa y de realizar "medidas radicales y concretas" para comprar más munición y armamento e impulsar la industria militar con "fondos privados y públicos", abriendo así la puerta a la emisión de deuda conjunta para financiar la Defensa europea.
Este asunto genera divisiones entre los Estados miembros, al entender que esto es una medida excepcional que en estos momentos no está justificada porque no existe tal crisis. Además llevaría gastos financieros aparejados, "el dinero no es gratis hay que pagar intereses", advierte una fuente diplomática.
Tanto es así que Alemania, Suecia y Países Bajos han forzado que se borre de las conclusiones la mención a buscar "formas innovadoras" para sufragar el gasto militar e insisten en que más que pensar en bonos europeos los 27 deberían garantizar que llegan al objetivo del 2% del PIB comprometido con la OTAN. Parece que sí genera más consenso la opción de pedir al Banco Europeo de Inversiones que adapte su política de préstamos para financiar la industria de la Defensa, ya que ahora solo permite sufragar bienes de doble uso.
Asimismo, los líderes mantendrán un primer debate sobre la propuesta de Bruselas para usar unos 3.000 millones de euros anualmente de los beneficios generados por los activos rusos congelados en Europa a reforzar al Ejército ucraniano en su lucha contra Rusia. La medida provoca todavía dudas entre Estados miembros por las repercusiones legales y la posible reacción de Rusia, por lo que esta cumbre servirá para empezar a trabajar para lograr la unidad sobre un paso que requerirá de la unanimidad de los 27 y se hará de la mano de los países del G7.
Respecto al mensaje del presidente francés, Emmanuel Macron, de mandar tropas occidentales a Ucrania, algo que descartaron de plano Alemania, Italia o España, fuentes europeas dan por hecho que el tema estará en la mesa de los líderes ya que Europa tendrá que definir en los próximos meses su acercamiento al conflicto y sus líneas rojas que, como insiste una fuente europea, no se pueden quedar por detrás de un Vladimir Putin dispuesto a todo para dañar a Ucrania.