Londres expresa su preocupación por la sentencia suspendida dictada en Rusia contra Alexei Navalni

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Reino Unido ha expresado este jueves su preocupación por la sentencia suspendida de cinco años de cárcel que un tribunal ruso dictó en la víspera contra el dirigente opositor Alexei Navalni, acusado de malversar dinero de una compañía estatal.

"Estamos preocupados por la condena dictada contra el opositor ruso Alexei Navalni", ha afirmado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido.

Londres ha señalado en su comunicado que esta sentencia plantea "una vez más" serias dudas acerca de la "aplicación selectiva del estado de derecho en Rusia".

Nalvani, que aspira a presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, ya había sido condenado a la misma pena en 2013, en el marco de una sentencia que fue cuestionada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El juez también ha multado al opositor con 500.000 rublos (casi 8.000 euros).

"El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya dijo en 2013 que los cargos imputados (a Navalni) estaban políticamente motivados", ha agregado el Foreign Office.

En este contexto, el Gobierno británico ha señalado que la condena a Navalni "refleja una preocupante tendencia en Rusia, donde el espacio para el debate público y la oposición legítima está hundiéndose cada vez más, y donde los activistas políticos y la sociedad civil se enfrentan cada vez a más presión".

"Reino Unido urge a Rusia a defender los principios de la democracia y a apoyar el pluralismo político", ha concluido.

Nalvani dirige el Partido del Progreso y en 2013 se hizo con el 27 por ciento de los votos en las elecciones locales de Moscú. Su caso simboliza para muchos opositores la persecución política, si bien el Kremlin ha negado cualquier censura.

El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha recordado este miércoles que la legislación "descalifica" cualquier candidatura de una persona condenada anteriormente, según la agencia de noticias oficial Sputnik.