WASHINGTON, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por la Universidad de George Washington, en Estados Unidos, dentro del marco de su programa en Extremismo, ha señalado que la lucha en las redes sociales contra el grupo terrorista islamista Estado Islámico, bastante activo en su momento en Twitter, está lejos de llegar a su fin aunque se han alcanzado avances considerables.
Para examinar el grado de influencia que tiene el grupo terrorista en las redes, se han analizado unos 845.646 tweets publicados entre febrero de 2016 y mayo de 2017 procedentes de más de 1.782 cuentas en inglés de personas partidarias del grupo terrorista.
El informe que analiza los datos obtenidos, titulado 'Digital Decay', ha resaltado positivamente las conclusiones del investigador Audrey Alexander acerca de las políticas de bloqueo que emplea Twitter contra las cuentas favorables a Estado Islámico y ha advertido de que los profesionales no deberían subestimar el impacto de estas medidas en la lucha digital contra la organización terrorista.
Los esfuerzos realizados por la red social Twitter han frenado con éxito las interacciones entre simpatizantes de Estado Islámico. Entre las medidas antiterroristas empleadas en esta lucha se encuentran las plataformas que permiten encriptar información para bloquear determinados contenidos.
Twitter ha mantenido activa una campaña de búsqueda masiva de todas las cuentas a favor de Estado Islámico para proceder a su suspensión. Además, Alexander ha explicado que silenciar a Estado Islámico en Twitter debería servir de motivación para que se produjera un "fortalecimiento de las leyes" en materia de detección y bloqueo de "extremistas violentos".
Alexander ha asegurado que como "medida de coacción" esta iniciativa ha funcionado para romper los lazos que conectan la red global de Estado Islámico ya que su "estructura central" esta empezando a "desgastarse" a medida que sus seguidores "se apartan de la agenda de comunicación estratégica que ha establecido (Estado Islámico)".
Alexander también ha recalcado que este estudio revela que "a pesar de las enormes medidas de presión, los simpatizantes de Estado Islámico cuentan con herramientas para solucionar problemas dentro de la esfera digital".
Por eso, el investigador ha subrayado que los esfuerzos realizados por Twitter deberían servir para que se produjera un fortalecimiento de la eficacia de las leyes y la jurisprudencia en materia de prevención y ha pedido que se también se apliquen medidas sobre "acciones (en las redes sociales) que no necesariamente afecten al núcleo del movimiento ni a su liderazgo" pero sean favorables a la organización terrorista.
El informe ha concluido que tanto Twitter como el resto de redes sociales deberían tener en consideración la aplicación de diversas medidas preventivas que les permitiesen controlar el surgimiento de nuevos extremistas. De todos modos, Alexander ha advertido de que la unidad y la colaboración no son suficientes, ya que los "ataques terroristas tienen poco que ver con el diálogo".