MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Varios líderes sudamericanos se han reunido este martes en la ciudad brasileña de Belém para tratar de abordar algún tipo de estrategia común con la que proteger la Amazonía, bajo la premisa de que, como ha apuntado el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, "nunca fue tan urgente" que todos los países vinculados a esta zona selvática se sienten a la misma mesa.
Lula, anfitrión de la cita, es también el principal impulsor de este nuevo enfoque sobre lo que ha descrito como un "patrimonio común". Los países amazónicos cuentan con un tratado conjunto, pero apenas se han reunido en tres ocasiones, la última de ellas hace 14 años, por lo que Brasil quiere ahora relanzar el foro aprovechando la mayor concienciación sobre el cambio climático.
"Queremos retomar la cooperación entre nuestros países y superar la desconfianza. Queremos reconstruir y ampliar nuestros canales de diálogo", ha dicho Lula en el discurso inaugural, en el que ha llamado a avanzar hacia la "deforestación cero" con la vista puesta en el año 2030. Aspira además a combinar la defensa del medio ambiente con la creación de empleos dignos en las zonas que dependen en gran medida del aprovechamiento de la Amazonía.
Lula, que ha marcado distancias con el negacionismo climático de su predecesor, Jair Bolsonaro, ha aludido en las últimas horas también a la necesidad de colaboración de países ajenos a la propia región, recordando por ejemplo los 100.000 millones de dólares prometidos hace más de una década por las grandes economías para favorecer el desarrollo local.
Cinco jefes de Estado han acudido a la cita de Belém, entre ellos el colombiano Gustavo Petro, que ha propuesto la creación de un tribunal internacional para juzgar a escala global los crímenes contra la selva y una especie de "OTAN Amazónica", como ha resumido una iniciativa de cooperación militar para coordinar la proteger las reservas naturales de la deforestación.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha rechazado "cualquier intento de dominación o explotación de la región por parte de potencias extranjeras, así como la instrumentalización de intereses geopolíticos que pongan en riesgo la armonía de la Amazonía". "La instalación de bases militares en la región y dentro de ella en la Amazonía es algo que nos debe llamar la atención y a estar muy atentos", ha dicho Arce.
Entre las ausencias ha destacado la del venezolano Nicolás Maduro, que de nuevo ha delegado en su 'número dos', Delcy Rodríguez, pese a que para el Gobierno de Venezuela se trata de un foro "trascendental". Caracas plantea instaurar una "emergencia regional" en la zona y una batería de medidas dentro de las cuales figura, por ejemplo, un plan de desarrollo sostenible que combata las actividades ilegales.
La cumbre ha supuesto además el primer viaje al exterior de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, que ha propuesto frente a sus homólogos un impulso de las iniciativas de desarrollo y una alianza para frenar los delitos ambientales. "La Amazonía no solo es el pulmón del mundo, sino, el corazón del planeta", ha subrayado durante su alocución, al aludir a un "territorio soberano" de ocho países que es a su vez "fuente de vida para toda la humanidad".