MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Siete hombres y una mujer comparecen desde este lunes ante un tribunal que juzga el atentado de Niza, en el que murieron 86 personas --entre los cuales había 15 menores-- y unas 400 resultaron heridas, cuando un hombre armado condujo un camión contra una multitud en el festivo del 14 de julio de 2016.
El atacante, Mohamed Lahouiej Bouhlel, murió a tiros por la Policía francesa, sin embargo, en el proceso que empieza este lunes serán juzgadas aquellas personas que habrían participado en la organización del ataque.
Tres de las personas investigadas --Mohamed Ghraieb, Chokri Chafrou y Ramzi Arefa-- están procesadas por asociación con delincuentes terroristas, punible con una pena de treinta años de prisión.
Los otros cinco acusados serán juzgados por delitos comunes, asociación para delinquir y violación de la legislación sobre armas. De estos cinco, uno de ellos se encuentra prófugo.
Son sospechosos de haberse asociado en la búsqueda de armas o de haber proporcionado las armas al terrorista, siendo conscientes de la radicalización del mismo, a pesar de desconocer que estuviese preparando el atentado, ya que no se ha podido demostrar esto último.
Más de seis años después del crimen, que ocurrió el 14 de julio de 2016, los familiares de las víctimas esperan que la apertura del juicio en París ayude a entender.
"Mis clientes están esperando la verdad, están esperando que se pronuncie la Justicia y está esperando que se exprese una sentencia", ha resumido para BFMTV Olivia Chalus Pénochet, la representante de 45 denunciantes.
Los abogados reconocen que la mayoría de víctimas son cautelosas sobre qué esperar del juicio, aunque puede aportar "luz" a las "zonas grises que pesan sobre el expediente". Asimismo, consideran que este proceso "puede tener un efecto calmante", ha explicado el abogado Fabien Rajon.
"Las víctimas quieren dar a conocer lo que han sufrido. También están en busca de reconocimiento", ha agregado Chalus Pénochet.