BUENOS AIRES, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha reiterado este lunes que quiere un país "donde no haya impunidad", en sus primeras palabras tras la decisión de la justicia de imputar a la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner por blanqueo de capitales.
"Quiero una Argentina donde eduquemos a nuestros chicos a trabajar, a respetar al otro, a respetar la ley; una Argentina donde no haya impunidad, donde todos progresemos a partir de nuestro esfuerzo personal", ha dicho en el lanzamiento del programa Primera Infancia.
Las declaraciones de Macri han sido interpretadas por la prensa argentina como una alusión indirecta a la situación de Fernández de Kirchner, que este lunes llegará a Buenos Aires desde El Calafate para declarar el miércoles.
El proceso comenzó el año pasado por una denuncia formulada por los entonces diputados opositores Federico Pinedo y Mario Negri por un presunto delito de "fraude contra la administración pública" por las ventas del dólar futuro.
El objetivo de estas operaciones financieras era asegurar el valor de venta del dólar con varios meses de antelación a un precio ligeramente menor al previsto en los mercados internacionales, de acuerdo con la prensa local.
A ello hay que sumar que Fernández de Kirchner fue imputada el sábado por un delito de lavado de dinero tras una larga declaración el viernes por parte de Leonardo Fariña, implicado en una causa que investiga también al empresario Lázaro Báez.
La declaración habría derivado además en la imputación del ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y del financista Ernesto Clarens, clave en el entramado empresarial de los Kirchner, y otras personas cuyo nombre no ha trascendido.
La causa, conocida como 'La Ruta del Dinero K', está bajo secreto de sumario, pero ha trascendido de la declaración de Fariña que Fernández de Kirchner y antes su marido habían armado una estructura para sacar del país o blanquear en inversiones locales fondos millonarios que, según él, tenían origen ilícito.