Serbia formaliza la compra doce aviones de combate Rafale coincidiendo con una visita de Macron a Belgrado
MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha asegurado que hace "todos los esfuerzos" posibles para lograr "la mejor solución para el país" en la ronda de consultas abierta con distintos partidos políticos con vistas al futuro nombramiento de un nuevo primer ministro.
El rechazo de Macron a aceptar cualquier propuesta del Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas, alegando que no contaría en ningún caso con el respaldo mayoritario de la Asamblea Nacional pese a su victoria electoral en julio, ha elevado aún más la tensión política.
En Serbia, Macron ha sido interrogado sobre este proceso de contactos y, aunque en un primer momento ha señalado que prefería no hablar del tema por "respeto" a su homólogo local, Aleksandar Vucic, sí ha querido defenderse y decir que "desde hace semanas" está trabajando en este tema en aras del interés nacional.
Asimismo, ha señalado que Francia sigue teniendo un Gobierno que se responsabiliza de todos los temas, dando a entender que no hay ningún vacío de poder político. El actual primer ministro, Gabriel Attal, aliado de Macron, presentó la dimisión tras la debacle electoral de su partido aunque sigue en el cargo hasta nuevo aviso.
El presidente galo sigue sin marcarse plazos para revelar el nombre de la persona llamada a sustituir a Attal y ha explicado que se dirigirá a los franceses "a su debido tiempo". Entretanto, los diversos grupos intentan meter presión a Macron: la ultraderecha reclamando una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional y la izquierda planteando movilizaciones sociales o incluso un complejo proceso de destitución del jefe de Estado.
COMPRA DE AVIONES
La visita de Macron a Belgrado ha servido principalmente para la suscripción de varios acuerdos, entre ellos la compra por parte de Serbia de doce aviones combate Rafale. Para Macron, supone la muestra de "una alianza a largo plazo" que Serbia y Francia buscan "en el seno de una Europa más fuerte, más soberana".
Serbia, el tercer país europeo en recibir este tipo de aeronaves --después de Grecia y Croacia--, busca reemplazar su actual flota, basada en Mig de fabricación rusa. Vucic ha destacado que se trata de un contrato "enorme" y, aunque no se ha publicado oficialmente la cifra, rondaría los 3.000 millones de euros, según la cadena BFM TV.