Algunos son reacios a elegir entre "la peste y el cólera", un lema que ya se usó en 2002 en el choque entre Chirac y Le Pen padre
PARÍS, 4 May. (EUROPA PRESS) -
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El candidato centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen fueron los más votados en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, pero entre ambos no sumaron ni a la mitad de los votantes. El reto para ambos, de cara a la segunda vuelta, es atraer a la otra mitad y también a los que optaron por quedarse en sus casas.
Aunque se vaticinaba que la abstención alcanzaría cifras récord el pasado 23 de abril, finalmente se quedó en el 22,23 por ciento, si bien se espera que para la segunda vuelta del 7 de mayo pueda alcanzar cotas más altas, dado que son muchos los franceses que no parecen dispuestos a votar por ninguno de los dos candidatos.
"Ni peste ni cólera", es el eslogan que esgrimen muchos de los franceses para explicar su rechazo a votar a ninguno de los dos candidatos, recurriendo a un lema que ya se empleó en 2002 cuando Jean-Marie Le Pen, padre de Marine y fundador del Frente Nacional, dio la sorpresa y pasó a segunda vuelta frente a Jacques Chirac.
Estos 'ni-ni' rechazan votar por Macron, al que en muchos casos ven como demasiado liberal y un representante de los bancos y el mundo de las finanzas por su pasado en Rothschild, pero tampoco se decantan por un voto por Le Pen, entre cuyas propuestas, además de su rechazo a la inmigración, están una vuelta al franco e incluso una eventual salida de la UE. Su 'hashtag' en Twitter es #SansMoiLe7Mai (sin mí el 7 de mayo).
Tras la primera vuelta, los candidatos de los dos grandes partidos en Francia, el conservador François Fillon y el socialista Benoît Hamon, llamaron a sus votantes a respaldar en segunda vuelta a Macron y hacer frente común frente a Le Pen. Como ellos, la mayoría de los dirigentes de Los Republicanos y el Partido Socialista, incluido el presidente François Hollande, han apelado al conocido como 'frente republicano' para evitar la llegada de la dirigente del Frente Nacional al Elíseo.
Entre los socialistas, el hecho de votar por Macron no es visto con tanto recelo, quizá por su pasado como ministro de Economía de Hollande, pero entre los partidarios de Fillon, especialmente aquellos más conservadores y con unas creencias religiosas fuertes, apoyar al líder de En Marcha! se antoja casi imposible.
EL FRENTE NACIONAL BUSCA VOTANTES
A ellos es a los que ha estado intentando atraer el Frente Nacional, que ha centrado su campaña entre las dos vueltas en presentar a Macron como el candidato del continuismo y heredero de Hollande, por su paso por su gabinete.
Además, Le Pen ha buscado atraer a los votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, cuarto en la primera ronda y con el que paradójicamente comparte algunos puntos en su programa, sobre todo en el plano económico.
Sin embargo, Mélenchon, que militó en el pasado en las filas socialistas, ha rechazado dar expresamente su respaldo a Macron, aunque sí ha alertado en contra de votar a Le Pen. El candidato de Francia Insumisa instó a sus seguidores a realizar una consulta 'online' sobre la línea a seguir en la segunda vuelta.
Los resultados publicados el martes dejan claro que sus seguidores, entre los que hay muchos jóvenes, se inclinan más por la abstención y el voto en blanco, que por dar su voto al candidato de En Marcha!. Así, el 36,12 por ciento se decantaron por el voto en blanco o nulo y el 29,05 por ciento por la abstención, mientras que el 34,83 por ciento se muestran dispuestos a votar a Macron.
VOTO BLANCO, NULO Y ABSTENCIÓN
En la primera vuelta, se alcanzó un nivel más alto de lo usual en el número de votos en blanco y nulos (1,39 y 0,60 por ciento). Conforme a la legislación francesa, aunque se publica el dato estos votos no computan a la hora de contabilizar el total de votantes.
Así pues, el porcentaje de votos en blanco o nulos no es sino una vía para los votantes descontentos con el sistema o con los candidatos, de expresar su malestar, sin impacto alguno en el resultado.
No ocurre lo mismo con la abstención. Según Serge Galam, investigador en Ciencias Políticas de CEVIPOF, a mayor abstención este domingo en Francia, más probabilidades de que Marine Le Pen se alce con la victoria.
Su principal argumento es que los votantes de Le Pen "serán ampliamente aquellos que quieren votar por ella, algo que no será el caso para un porcentaje de los que votarán para Macron".
Según este experto, que ya en el verano de 2016 vaticinó que Donald Trump podía ganar las elecciones, dado que para algunos votar a Macron será una "amarga píldora dura de tragar" aunque quieran hacerlo para evitar que Le Pen llegue al Elíseo, es probable que el domingo encuentren cualquier "buena excusa" para no ir a depositar su voto.
Esta "abstención inconfesada", según Galam, podría tener como consecuencia una abstención más alta de la que se pronostica en los sondeos, con lo que el resultado que estos vaticinan en la pugna --60 a 40 para Macron--, podría no ser tal.
En este sentido, ha hecho los siguientes cálculos: "si Macron tiene en los sondeos un 58 por ciento y Le Pen el 42 por ciento, y el 90 por ciento de quienes dicen que votarán por ella lo hacen, podría conseguir más del 50 por ciento de los votos si la participación por Macron cae por debajo del 65,17 por ciento". Si solo el 65 por ciento de quienes dicen que votarán a Macron realmente lo hacen, Le Pen ganaría con el 50,07 por ciento de los votos, ha explicado.
Si el resultado que pronostican los sondeos fuera 55-45, y el 85 por ciento de los que dicen que apoyaría a la dirigente del Frente Nacional finalmente lo hace, obtendría más del 50 por ciento de los votos si menos del 69,55 por ciento de quienes dicen que van a respaldar a Macron votan por él. Si solo el 69,5 por ciento de los que afirman que van a votar al candidato centrista lo hicieran, Le Pen se alzaría con la victoria con el 50,02 por ciento de los votos.