MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las madres de cinco jóvenes activistas chiíes han implorado clemencia al rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, después de que a principios de semana varios periódicos locales anunciaran la cercana ejecución de hasta 55 presos, entre los que se encuentran 3 menores.
Estas mujeres hicieron públicos sus miedos después de conocer que sus hijos habían sido sometidos a revisiones médicas "aleatorias" en prisión, hecho que relacionaron con su inminente ejecución. De hecho, desde principios de octubre, cuatro de los presos han sido aislados dentro del ala carcelaria de la prisión de Al Hair (Riad) donde se retiene a los sentenciados a la pena capital.
En su carta, las madres piden que las condenas de sus hijos sean revocadas y que se les vuelva a juzgar en un procedimiento público que cumpla con los estándares de equidad internacionales, todo ello bajo la mirada de observadores independientes.
"Tres de estos activistas fueron sentenciados por crímenes cometidos cuando eran menores, además señalaron que fueron torturados hasta confesar. Dadas las lagunas del sistema penal saudí, estamos seriamente preocupados por la imparcialidad de los juicios en los que se imparte la pena capital", ha señalado el subdirector del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África, James Lynch.
De los cinco activistas que aparecen en la petición de las mujeres, tres son delincuentes juveniles: Alí al Nimr, Abdulá al Zaher y Dawood Hussein al Marhoon. Amnistía ha realizado una campaña para suprimir sus condenas, dada la evidencia de que fueron torturados y sometidos a un juicio injusto en el Tribunal Penal, al que se recurre para juzgar los casos de terrorismo. Al Nimr y su tío, Sheik Nimr al Nimr, un notorio clérigo chií, se encuentran entre los seis activistas arrestados por manifestarse en favor de una reforma política, unas protestas que comenzaron en 2011 en la región oriental del país (de mayoría chií).
"Entre los que van a ser inminentemente ejecutados se encuentran 6 activistas musulmanes chiíes que fueron juzgados en procesos injustos. Está claro que las autoridades de Arabia Saudí están utilizando el pretexto del terrorismo para asestar golpes políticos", ha afirmado Lynch. De hecho, un poeta saudí ha sido condenado a la pena capital por renegar del islam.
UNA CONDENA INTERNACIONAL
En esta campaña, Amnistía Internacional representa a un grupo de expertos de Naciones Unidas y al Parlamento Europeo, que han hecho un llamamiento a Riad para que detenga la ejecución de Al Nimr. El secretario de Exteriores británico, Philip Hammond, también se ha sumado a la iniciativa y ha señalado que "no espera que Al Nimr sea ejecutado". Las normas internacionales prohíben aplicar la pena de muerte a menores.
"El alarmante número de condenas, junto con las reservadas y arbitrarias decisiones de los tribunales, no nos da opción aunque debemos preocuparnos por estas señales", ha explicado Lynch, en referencia a la próxima ejecución de los presos. "Estas sentencias no deben seguir adelante y Arabia Saudí debe levantar el secretismo sobre estos casos, como una reparación fundamental de su sistema de justicia", ha añadido.
Riad ha aplicado la pena capital a más de 150 personas este año, la mayoría por decapitación, convirtiéndose en uno de los mayores ejecutores a nivel mundial. La última vez que Arabia Saudí inició ejecuciones en masa por motivos de seguridad fue en 1979, a raíz de la toma violenta de La Meca por parte de un grupo fundamentalista.